La obra de John K. Turner hace una descripción exacta
del gobierno de Porfirio Díaz y las barbaridades cometidas por órdenes del
tirano en contra de sus opositores. Los métodos usados por Díaz nos parecen
irreales, imposibles de asimilar por su crueldad inhumana. Las novelas de
horror no llegan a los niveles desatados por esa tiranía. Y, desgraciadamente sucedió.
El actual gobierno de Enrique Peña Nieto tare
esos recuerdos. Los mismos métodos contra todos aquellos que se atreven a
criticar o, a manifestarse en contra las arbitrariedades de su mal gobierno. Peña
Nieto ha desatado su barbarie contra los estudiantes en particular. Esos jóvenes
que ya no crecieron bajo el régimen priista y que saben que no existe futuro
con un gobierno como el que asola a la nación mexicana. El viejo régimen se
niega a morir.
Turner nos cuenta como Díaz mandaba a los
Yaquis que se le oponían a eran enviados a Yucatán, lejos de sus casas, lejos
de sus tierras sobre las cuales tenían títulos legítimos. Iban a mal morir. Lo mismo hace Peña Nieto con los
desafortunados estudiantes que detienen ilegalmente o bajo los métodos
legaloides, simulados o provocados vilmente por el mismo gobierno. El gobierno
federal puede enviar a las cárceles del fuero común en el Distrito Federal a
los estudiantes detenidos pero para ejemplo de dureza y hacer saber lo que les
espera a los que se manifiesten en contra del mal gobierno de Peña Nieto, los envía
lejos de sus casas, de sus familias y de toda ayuda bajo las condiciones más
viles que se puedan imaginar.
Turner nos da cuenta clara de los elementos que
tenía Díaz a efecto de mantener el terror sobre la nación mexicana: “Los dos capítulos
siguientes se dedicaran a describir la extirpación de los movimientos políticos
que han tenido el propósito de restablecer las instituciones republicanas en México;
pero parece conveniente definir primero cuales son los poderes públicos y las
instituciones que se han empleado en esa perversa obra. Son los siguientes: 1)
El ejército. 2) Las fuerzas rurales. 3) La policía. 4) La acordada. 5) La ley
fuga 6) Quintana Roo “La Siberia mexicana”. 7) Las cárceles. 8) Los jefes políticos[i].
¿Qué diferencia hay entre los métodos
utilizados por Porfirio Díaz y Enrique Peña Nieto?, ninguno, solo son matices
del discurso oficial y toda la maquinaria de los medios tradicionales entre los
que se encuentra la televisora que lo puso. Incluso el presidente del Tribunal
Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azar sostiene que las
detenciones de los once jóvenes, el día veinte de noviembre del dos mil catorce,
son legales. Mandan a los detenidos a jueces de consigna con el argumento de
ser cómplices de los delitos que se les imputan porque entre ellos se llamaban “compas”,
que en México significa entre el pueblo compañero, amigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario