The Economist anuncia que si Enrique
Peña Nieto no logra que la economía crezca al 5 o 6 por ciento anual,
fracasara, es decir, en el futuro. No tengamos miedo a la verdad. Para
desgracia nuestra no fracasará sino que ya fracasó. Han puesto ya toda la carne
al asador, han llegado a la costa donde querían llegar y han quemado sus naves,
es decir, han implantado el Neoliberalismo con sus, tan cacareadas reformas estructurales
y, la economía en lugar de crecer se hunde. ¿Qué otras “ideas” pueden tener estos tecnócratas pragmáticos de
tercera?. Que nos digan que otras reformas pueden hacer que lleven a la economía
mexicana crecer, no al 5 0 6 por ciento anual sino al 3 por ciento anual. Le
apostaron a la privatización en todos los ámbitos y ya queda poco muy poco que
privatizar, es decir, ya no tienen de donde echar mano ni a donde ir.
Los que ahora forman parte del
gabinete de Enrique Peña Nieto han sido muy malos gobernantes que han mostrado
su ineptitud hasta el cansancio olímpico. ¿De dónde van a sacar ideas y fuerzas
para lograr buenos resultados?. Peña Nieto fue mal gobernante, Osorio Chong lo
mismo, Coldwell ni se diga, Videgaray es un inepto, Carstens tiene puntadas
como la del “Catarrito”, Rosario Robles es frívola, dentro del gabinete, no hay
uno solo que se salve. La mayoría son señalados por corruptos y asesinos. Parece
que The economist” economiza la información y tuerce y dosifica la realidad.
Este gobierno ha abusado hasta el extremo
criticable de las facultades constitucionales ganadas a base del fraude electoral
del dos mil doce e imbuidos por el espíritu de Santa Ana han vendido lo público.
En uso de su soberanía el pueblo mexicano debe poner un alto a los desmanes e
ineptitud de este mal gobierno. A no ser que el pueblo quiera seguir viviendo
de falsas ilusiones.