lunes, 24 de noviembre de 2014

DEMOCRACIA



En una democracia real y efectiva no se debe luchar por personas concretas ni por líderes sino por ideales posibles, generales, comunes y justos. Esta es la radical diferencia con los que luchan por intereses personales o de grupo dirigidos por líderes que los lleven a logros inmediatos, concretos, monetarios con la perversión de la democracia y con exclusión de las mayorías.



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