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martes, 8 de diciembre de 2020

PERIODISMO Y EDUCACIÓN

 

PERIODISMO Y EDUCACIÓN

 

El periodismo o esta con el gobierno o en su contra, rara vez imparcial. Esto es así porque existen intereses económicos, sociales y de poder político principalmente. Las grandes empresas periodísticas cumplen con estos rasgos y aunque, lo quisieran, no pueden permanecer imparciales. Necesitan vender las noticias de tal forma que parezcan imparciales pero que, en realidad tienen intenciones de moldear la opinión publica.

 

Durante mucho tiempo en México, no hubo un verdadero periodismo pues la Secretaria de Gobernación era el santo Oficio que, no permitía la libertad periodística pues decía como, cuando y quien decía las noticias. La caída de este esquema es reciente con el surgimiento de las redes sociales y su uso masivo. Su uso frecuente y masivo puede datarse con el inicio de este siglo XXI y ha seguido creciendo.

 

Los periodistas mexicanos tienen por lo regular grandes trayectorias en el especio/tiempo no así en el manejo de las noticias. La mayoría estaban atados al gobierno en turno y hoy, con el cambio de régimen político están en contra. El debilitamiento del periodismo tradicional fue fundamental para la caída del anterior régimen y el surgimiento del actual.

 

Muchos mexicanos dejaron de tener como fuente única la lectura de periódicos y, el ver y escuchar noticieros de las dos grandes televisoras en México, Televisa y Tv Azteca. En ambas empresas se formaron o se catapultaron periodistas a la fama, en lo social, en lo económico y en lo político. Se volvieron demasiado importantes e influyentes para los gobernantes en turno.

 

Los periodistas por lo general no son grandes pensadores pues un pueblo como el mexicano sin gran educación en todos los ámbitos no es necesaria y basta ser influyente al grado de que se decía hace años “…lo dijo Joaquín…”, refiriéndose a Joaquín López Dóriga. Un telespectador, un radioescucha o lector de periódicos que no logra comprender lo que ve, escucha o lee esta propenso a creer lo que se le diga. Por ello es fundamental que los mexicanos se sigan informando, apoyando y formando opiniones libres del periodismo en las redes sociales.

 

Por increíble que parezca, hasta ahora, las redes sociales han sido las opciones para la democracia; eso no significa que se haga de la manera ideal pero si lo necesario para evitar caer en el ámbito del poder de los periodistas tradicionales.

 

Hasta ahora siguen unidos diversos exgobernantes pertenecientes al anterior régimen; siguen dando batalla conjunta contra este nuevo régimen y se seguirán uniendo para dar su gran batalla en las elecciones del 2021. En ellas se definirá el futuro de dos partidos principalmente, el del Partido Revolucionario Institucional y del Partido de la Revolución Democrática; ambos han perdido su principal fin. El primero, gobernar y nutrir de funcionarios al gobierno y, el segundo, conseguir el poder político a través de la unión de las izquierdas. Se acercan inexorablemente a su prueba de fuego y esos será en el 2021.

 

Si educación académica, sin pensar y sin actuar como ciudadanos los gobernados están a merced de los periodistas y con ello la libertad, la democracia, la legalidad, la legitimidad y, todos los ideales y valores estarán pendientes de practicarse.


jueves, 20 de agosto de 2020

EL FIN INEVITABLE DE VARIOS PARTIDOS POLÍTICOS EN MÉXICO

 

EL FIN INEVITABLE DE VARIOS PARTIDOS POLÍTICOS EN MÉXICO

 

Los políticos no son los seres más inteligentes del mundo ni los más sabios pues su materia es el poder público. En México, desde el inicio de las privatizaciones a la par del cambio económico neoliberal se ponía en marcha el cambio político, social y todo lo que forma parte de la vida en los mexicanos. Los cambios de este tipo son lentos, casi imperceptibles. Para la mayoría, incluso para sus autores, les parece que las circunstancias generales no han cambiado. Las apariencias engañosas atrapan al conjunto, hace falta del análisis profundo. Esto no se hizo y tomó por sorpresa a propios y extraños.

 

Se esperaba que la oposición pudiera reaccionar y si bien, de manera individual no pudieran presentar frente y armas, a los menos lograrían formar un frente de alianzas. Esta es una posibilidad que, pueden elegir panistas, priistas y perredistas entre otros. Con todo, el escandalo hace improbable que sea viable tal alianza pues los electores, para cuando sean las elecciones en el 2021, tendrán el pleno convencimiento de que, votar por una alianza de esta naturaleza seria votar por una alianza de corruptos.  

 

No hay opciones reales que puedan salvar a la oposición. El Partido Revolucionario Institucional está hecho polvo. Ya no tiene razón de existir. Si a esto se le suma que este partido no fue hecho para la lucha política pues nació desde el poder y para el poder. En la mayoría de las elecciones que ganó fueron elecciones de Estado, dado a que se usaban todo el poder presidencial, todos los recursos económicos, políticos, sociales, artísticos, burócratas, de caciques y toda la estructura del Estado, ya sea llevando el control de las elecciones ya sea imponiendo al árbitro electoral.  El PRI ya no tiene el poder presidencial ni el dinero público a nivel nacional; esto es la mayor limitante para sus aspiraciones. A nivel estatal pasa lo mismo. En muchos estados de la Federación ya no figuran como actores principales ni secundarios como en Puebla. A nivel municipal pasa lo mismo. Se sabe que este sistema de gobierno es piramidal. Los niveles estatal y municipal dependen del federal. Esto ha pasado por la falta de credibilidad y no se ve como puedan, los priistas, ganar el mínimo crédito sino todo lo contrario. Este partido desaparecerá.

 

El Partido Acción Nacional, está en total decadencia y en lugar de aportar positivamente para una alianza con otros partidos, llevaría su descrédito. Los militantes de este partido por su dogmatismo religioso no han logrado seguir el dinamismo de la vida y siguen pensando como en los tiempos de la Guerra de Reforma o en la época de la Revolución Cristera. La cerrazón de creerse ungidos para gobernar al pueblo de México, de ser de una calidad superior al promedio y su conservadurismo aderezado todo esto por su corrupción imparable los tiene en franca decadencia, con un descrédito inaudito en un pueblo religioso. Perder la fe de un pueblo religioso hasta el fanatismo es muy mala señal pues de ahí se venían nutriendo políticamente.

 

A los militantes del PAN les pasa lo mismo que a los del PRI, no están hechos para la lucha política en las calles para buscar votos que los hagan ganar el poder político. Los panistas se cansaron de ser oposición y en la primera oportunidad lograron una concertacesion al lograr su primera gubernatura en Baja California en 1989. A partir de este año supieron que el camino al poder era aliarse con el PRI siempre que así les conviniera y lograron llegar al poder por dos sexenios (2000-2006-Vicente Fox), (2006-2012-Felipe Calderón). Y, a partir de ahí sus errores y corrupción han puesto al PAN, al borde de la catástrofe. No hay forma de que, se puedan reponer por el momento de su debilidad. Lograrán sobrevivir pues tienen una gran veta de posibles simpatizantes y militantes en el pueblo católico.

 

El Partido de la Revolución Democrática, ha caído en un descrédito por haber caído en manos del grupo llamado de los “Chuchos”, que usaron al partido para no quedarse atrás en las negociaciones privatizadoras. De esta manera el partido perdió el rumbo democrático, social, ideológico y de credibilidad. Ya no tienen los personajes que los hicieron lograr el inicio del cambio y ahora se presentan como obstáculo para la democracia. Este partido desparecerá al haber perdido si razón de ser y estar ya en calidad de agencia de colocaciones menor.

 

Estos tres partidos fueron los principales actores para formar y firmar el “Pacto por México”, que ahora se sabe fue un plan para que las cúpulas de estos partidos se volvieran ricos por la vía de la corrupción. No hay forma de que, vuelvan a tener la fuerza ni la oportunidad de volver a conformar una alianza de este tipo que sea viable.

 

En resumen, el poder político se puede obtener a largo plazo con un partido único de Estado, acorazado por capas y capas de totalitarismo como el PRI; también se puede acceder al poder político al aliarse con el partido único de Estado como en el caso del PAN y por último, se puede lograr a través de las bases sociales como en el PRD pero únicamente el primero fue exitoso por su largo tiempo en el poder pero las cúpulas de los tres partidos ignoran que, han vivido del crédito de sus militantes pero más de la fe y que, perdido en ambos rubros no hay forma fácil de recobrar esa fe, ese crédito. No va más este régimen.


miércoles, 22 de abril de 2020

PIEL DE SERPIENTE



PIEL DE SERPIENTE

El día de hoy tuvo una mañana maravillosa aunque el drama y hasta la tragedia de los seres humanos inundara las casas y las calles. Este virus vino a notificarnos, en definitiva, que no somos la cúspide la evolución ni de la vida; este planeta puede seguir su camino sin nosotros. Y, eso es irrefutable. Con todo, tengo que salir a caminar por el parque que está a unos quince minutos caminando. Son las siete de la mañana y hay poca gente a la vista. El viento fresco y el cielo despejado son hermosos. Tengo que apresurar el paso antes de que, haya más personas. Una hora de caminata. Seis kilómetros son suficientes. No puedo pensar sentado.

Hago una parada para comprar ensaladas y, gelatinas para volver a casa. Excelente comida. Mientras me surten el pedido tomo asiento en una banca pública y empiezo a seleccionar los documentales por ver y el libro a leer; hay tiempo suficiente. “La Ciudad Perfecta” y Humanos de Diseño”, de Stephen Hawking; “Leptis Magna” y “Treveris: La Primera Ciudad de Alemania”, de la Fundacion Juan March. Finalmente algo de terror “Wayne Williams, Serial Killer Documentary”.

Hay una vendedora de productos en bolsas de plástico que contienen cacahuetes, semillas y otros granos. Me pregunta la hora. 8: 20 de la mañana. Sigo con lo mi selección de contenido pero siento que esta persona me observa. Levanto la cabeza y me dice que sí creo que vendrán los inspectores del Ayuntamiento a quitarla del lugar por lo del virus. Le digo que es posible pero que no he visto durante mi recorrido actividad de ese tipo así que, le digo que siga con su día y que en todo caso se ocupe y que no se preocupe.

La conversación siguió. Mujer soltera con dos hijos y sin más trabajo e ingresos que los logrados día a día. Le preocupa el pago de la renta y lo incierto del futuro. Quizá lo que en esos momentos necesitaba era simplemente hablar con alguien y que carajo no me corría prisa. Al final hice un balance y sin duda alguna había personas que la estaban pasando tremendamente mal en la vida y con gobiernos francamente obtusos. Después de media hora la mujer estaba más relajada. Le compre cuatro gelatinas. Dos me llevo y vengo mañana por las restantes. En esos precisos momentos pasó una señora a todas luces indigente, fue a dejar sus cosas a unos dos metros de distancia, volvió sobre sus pasos y nos indicó que le regalamos algo de comer. La vendedora le dijo que tomara lo que necesitara. Tomo lo necesario y pague lo debido. Acto seguido me despedí y fui por comida.

Iba cargado con la comida del día pero además había pagado las ensaladas para tres días. Camino a casa hice una parada en otra banca pública para terminar de determinar un libro a releer. Pasó otra persona indigente; por su aspecto se veía que la pasaba mal pero siguió su destino. Terminé de la elección “Las Cartas de Relación”, de Hernán Cortés. Reanude mis pasos y a dos cuadras al dar vuelta me topé con el caballero que había pasado hacia unos diez minutos; estaba sentado con la cabeza gacha, era la viva imagen de la derrota. Pensé en pasarme a la otra acera pero en definitiva eso no estaba bien y no por un humanismo chabacano ni una sensiblería de beatería. En realidad bien me la podría yo pasar sin el par de gelatinas y los dos paquetes de galletas y se las di sin más. El sujeto abrió los ojos y sonrió y me dio las gracias. Qué más da aun respiramos. 

El día anterior recibí un mensaje que no atendí pero sin duda hoy habría de hacerlo. Una persona muy cercana tenía menester de un ordenador y como sabía que yo contaba con tres pensaba que bien podría facilitarle uno. ¡Por Satanás, todo está en el empeño y han pasado dos días del límite de pago!. Bien, fui a investigar cuanto quedaba de efectivo. Lo justo para el desempeño. Así que desayuné tome un buen baño, saque un libro de mi autoría y me dirigí al noble negocio de lindos y salvadores préstamos. Llegué y le explique a la persona que atendía la situación. ¿Leyó el contrato?, me dijo; si, le contesté. ¿Usted es abogado, no?, si, dije mirándola fijamente. ¿Entonces?. Necesito ese cacharro. ¿En serio?, me dijo sonriendo. ¿Puede dedicarme su libro?. ¿Tengo opción?. Ella rio de buena gana, me pido la papeleta y se perdió en la parte posterior del negocio. Dediqué el libro, le estampé la firma y se lo extendí. Ella me dio el artículo. Le di las gracias mientras ella leía, levanto la mirada y me dijo: Muy poético ¿no?. Gracias nuevamente, repetí.

Entregué el ordenador y regresé a casa en transporte público un tramo y otro caminando. El calor ya era intenso, todo lo contrario a la fresca mañana. Sobre la ruta había una tienda así que pase por dos refrescos para no salir más. Sin embargo, más temprano encontré a dos personas tapando baches para cachar unas monedas; ambos estaban sudados y al parecer no les iba bien el día. Les di una botella y seguí mi camino hasta la casa. Fin de las obligaciones.

De estas malas circunstancias vamos a salir y espero con una nueva mentalidad. Habremos de hacer (quien quiera hacerlo), como las serpientes (no me digan que es mala comparación porque somos de lo peor), que de tiempo en tiempo cambian de piel; aquella piel que un día les era necesaria y tan acostumbrada estaban a ella. En todo caso para los que sientan inapropiada la comparación pueden cambiar el símbolo y poner en su lugar una larva de mariposa. Cada quien cambiará como quiera hacerlo pero yo los invito a dar un giro mortal para por lo menos tratar de cambiar de piel, esa piel mental que tanto nos gusta portar y exhibir con tanto orgullo mucha veces con tanto error. Eso que nos ha sido vital como el régimen político, los mitos nacionales envueltos de patriotismo y que celebramos ya sin sentido tal y como nos los marca el oficialismo. ¿Por qué no se hace política desde abajo justo desde la realidad radical del pueblo?. Si dejamos solos a los políticos seguirán creyendo lo que se les ocurra desde la estrechez de sus cabezas. No digo que sea abolido el Estado ni que vayamos a la anarquía sino que, este gobierno y los siguientes no sean de una élite en formación o de un solo hombre. Eso se debe terminar y para ello hacen falta ciudadanos que hagan el verdadero contrapeso al poder público. ¿Qué hay de si exigimos capacitación permanente, exámenes de política, controles de confianza y leyes más severas  para los políticos?, De lo contrario pagaremos muy caro esto.

Algunos desean el pasado. Yo repruebo el pasado por que ya fue. Las tres anteriores “Transformaciones”, fueron más o menos igual de azarosas y de inciertas al punto que también se clamaban sus fracasos. No hubo tal. Debemos de entender que el éxito o fracaso de la vida de los mexicanos está en nosotros mismos; en la medida en que cambiemos de régimen político y toda la vida que creíamos ser necesaria por ser costumbre. El cambio de régimen político pasa por un cambio de mentalidad, de hábitos, de costumbres, de mitos, de consciencia y de práctica en la realidad.

El cambio político, económico, social, cultural y de cualquier índole será bueno o malo en la medida de que se apoye al actual gobierno y se le mantenga en la democracia, se le exija legalidad, legitimidad, respeto a los derechos humanos, castigo ejemplar a los corruptos de arriba para abajo y de todos lados. Basta ya de simulaciones. El daño a lo público debe ser ejemplar pues no se puede ya más permitir que los políticos hagan suyo lo que todos los gobernados aportan. La tragedia y el drama por el que muchos mexicanos pasan nos deben servir para purgar todo lo malo que se pueda de nuestra vida nacional. Nuevos valores y nuevas metas con oportunidades para todos y no para unos cuantos. Una vida indigna no merece ser vivida. Siempre ha sido una facción del pueblo el que ha salido ganando mientras se deja al resto en la espera permanente. Primero los llamados criollos en la Independencia, después los mestizos liberales en la “Guerra de Reforma”, luego las cúpulas castrenses en la Revolución de 1910 y mientras se encumbraba al pueblo en nichos, pinturas, y en el Muralismo se le imponían cadenas y se encumbraba nuestros súper millonarios. Hay que cambiar, si les place y, esa tarea es de todos. 

domingo, 16 de febrero de 2020

¿POR QUÉ GANARÁ EL CAMBIO POLÍTICO?



¿POR QUÉ GANARÁ EL CAMBIO POLÍTICO?

Los analistas nacionales, extranjeros, periodistas, comunicólogos y políticos de viejo cuño están ciegos y obstinados con volver al pasado; no hay tal, el viejo régimen político dio todo de sí; se agotó y quedó inservible. Imaginen lo disímbolas que son las circunstancias políticas, sociales, científicas, tecnológicas, económicas y artísticas entre el México de 1929 y el actual. Son totalmente diferentes; son el inicio y el fin de toda una época en los rubros ya señalados. La vida entre estos dos polos es tan opuesta en 180 grados. Incluso el México de 1984 con el actual sigue el mismo patrón. En los años 80s, el Partido Revolucionario Institucional, todavía vivía sus años dorados de control total en la política, la comunicación de todos los medios periodísticos y de televisión, la economía era controlada por el presidente en turno.

Pasamos de un Estado cerrado, totalitario bajo un régimen Presidencial, con un único partido de Estado a un Estado plurinominal en partidos, en pensamiento libre, con un Presidencialismo decadente, con una apertura irremediable. Imaginen como fue vivir bajo un régimen político que controlaba todos los medios de comunicación y a partir de ahí, construir la verdad oficial que distaba 180 grados de la verdad real. Hoy, sigue siendo confuso para los ciudadanos y población en general saber la verdad real pero sin duda alguna las redes sociales han roto esa construcción de la verdad oficial en muy bien medida.

Los jóvenes y las mujeres no van a ceder en sus pretensiones de libertad, de justicia, de igualdad aunque muchas veces no sepan encontrar los medios adecuados para exigir estos derechos. A diferencia de los ciudadanos durante el régimen Presidencial que eran totalmente pasivos; hoy, los ciudadanos han iniciado a ser activos y más si pertenecen a la juventud y al género femenino. Los viejos patrones conductuales en todos los ámbitos han caído en desuso y se han puesto en vigor nuevos valores; que no necesariamente tengan humanismo pero tampoco es un desastre como se quiere ver.

Estas nuevas generaciones ya no aceptaron la tradición política y decidieron cortar con el pasado de tajo y no darán marcha a tras hasta no terminar con la vieja política y crear una propia; buena o mala, eso ya se verá. Por lo pronto, los conservadores pueden ya despedirse para siempre del Presidencialismo, del partido único de Estado, de la cerrazón estatal, de la pasividad ciudadana. Claro, la población en todo momento está en riesgo de ser engañada, de ser controlada por mitos, de ser encaminada a su propio sacrificio en aras de intereses contrarios a los suyos.  

Ahora bien, el pueblo mexicano durante cientos de años se ha ido formando y transformando pero casi siempre ha estado bajo el poder personal de sus gobernantes y bajo el poder del partido único de Estado; es decir, no tiene la experiencia democrática sino de oídas y de una magra practica el uno de julio de dos mil dieciocho. Pero a pesar de todos estos peligros una buena parte del pueblo mexicano conoce por sí, por medio de la historia mexicana o de oídas las entrañas del viejo régimen político. En efecto, el descrédito en el que ha caído el PRI, es tal que, francamente no se ve como pueda, no ya volver a tener años dorados sino siquiera seguir existiendo. Perdida la fe en un régimen político, en una época no hay forma de volverla a ganar. Sin fe no hay futuro bueno para el PRI.

Ya venía un movimiento político desde los años 60s del siglo pasado y a pesar, de dársele el crédito debido terminó por imponerse al punto de ponerle fin al Presidencialismo. Claro, esto sin olvidarse de los factores externos, internos, materiales, psicológicos y de todo tipo. Las nuevas generaciones sienten la íntima necesidad de construir nuevas instituciones, un nuevo régimen político, económico, social, artístico; es decir, de vida que lo sientan suya y no ajena o prestada. Ante el ofrecimiento de la oposición; el pasado y formas nuevas, ganaran estas últimas pues el mexicano actual no puede ni quiere vivir en las ruinas del pasado. Sin tener en cuenta esto no se podrá construir un buen futuro.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

LA REPÚBLICA MEXICANA Y SU CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA



LA REPÚBLICA MEXICANA Y SU CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA

Desde la independencia política de México, el pueblo mexicano o mejor dicho las clases políticas no tuvieron la visión clara de que tipo de Estado y de gobierno debería regir; los conservadores de todo tipo querían una monarquía y los liberales de todos los tipos se decantaban por una república; esta era por momentos centralista y en otras, federalista sin que una forma se impusiera, en definitiva. En todos los intentos de imponer un régimen democrático se ha fallado pues desde la independencia hubo gobiernos caóticos; el periodo de consolidación del Estado mexicano con Benito Juárez, no se pudo poner un dique al poder personal y el pueblo cayó bajo la dictadura de Porfirio Díaz y la revolución contra la dictadura personal de Díaz, dio paso a la dictadura del partido único de Estado.

Es bien sabido que el gobierno ha sido el campo de batalla de las ideas de los más grandes filósofos. Platón expone sus ideas en su obra “La República”, en donde sostiene que lo mejor y que termino siendo ideal, es que, gobiernen los más sabios o que los que gobiernen se vuelvan sabios, es decir, filósofos pues los más brutos en el gobierno impiden una sana convivencia entre los seres humanos. Aristóteles hace otro tanto en su obra “Política”, en la cual analiza las formas de gobierno y sus desviaciones. En este tiempo la política y la ética están de la mano.

Es hasta la aparición del libro que comúnmente se conoce como “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo que se separan la ética y la política. La obra es la más importante de su época y lo sigue siendo; espanta a los timoratos pues trata los temas desde el punto de vista meramente político sin tomar en cuenta los valores en aras de un gobierno fuerte, solido con el fin del orden y la forma puede ser monárquica o republicana, según la asiente a los pueblos. Pero si se proponen ideas políticas de orden es porque hay desorden y eso pasaba precisamente en la época en que vivió Maquiavelo.

José Ortega y Gasset, el gran filósofo español sigue todos estos pasos de Platón y llega a la conclusión de que, los políticos en general son ignorantes, pero se separa de las ideas del griego pues piensa acertadamente que, la materia de los políticos es el uso correcto del poder y no el saber, campo de los sabios. Entonces, el gobernante no debe ser un sabio (claro, tampoco un lerdo en grado sumo), sino un ser humano que sepa hacer uso del poder y en el caso mexicano en la democracia a la que ahora se puede transitar. Ese es el punto más importante que tienen las clases políticas contemporáneas.

Ahora bien, si se analiza el nuevo gobierno se llega a la conclusión de que no tiene un plan integral de reforma al régimen político que sea base del Estado mexicano con las características de ser una república democrática en donde el pueblo sea el único soberano como lo señala el artículo 39 constitucional y que es parte del pensamiento filosófico político de Juan Jacobo Rousseau. Este principio de soberanía ha sido escamoteado durante toda la historia del Estado mexicano pues el pueblo ha sido en general un comparsa de los gobernantes en turno.

En efecto, la soberanía popular ha sido fragmentada en el artículo 40 constitucional que mandata: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. Es evidente que, los políticos no tienen la mínima idea de que esto da pauta para que los gobernantes de los estados o de la Ciudad de México, se crean “soberanos” “virreyes” al tomar los términos “Estados libres y soberanos” para impedir que los órganos federales intervengan como vigilantes del buen gobierno pes alegan una vulneración de la soberanía del estado que gobiernan,

Por si esto no fuera un exceso contra la soberanía popular y el buen gobierno el artículo 41 constitucional señala: “El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal”.  Indebidamente se llama Poderes a lo que son Órganos pues cualquiera que se precie de saber sobre Derecho constitucional, sabe perfectamente que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está compuesta de la parte dogmática y la orgánica; así, en concordancia son órganos y no poderes el legislativo, el ejecutivo y el judicial y lo que tienen son facultades, funciones o atribuciones para ejecutar los mandatos que tienen pero no son soberanos y no son poderes sin funcionarios públicos que únicamente deben hacer lo que la ley les señala.

Para terminar de agravar no solo las ideas políticas sino dar al traste con el buen gobierno y evitar la corrupción total del Estado, el articulo 49 preceptúa: El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Las ideas políticas de Montesquieu pues eso son las ideas que de filosofía política que se tratan en estos dos artículos constitucionales (41 y 49), no tienen malas intenciones pues nuestro pensador quería un gobierno eficiente y con los tan trillados “pesos y contra pesos” para evitar la corrupción y los excesos. Han sido las clases políticas mexicanas las que han logrado corromper dichas ideas y lograr apropiarse la soberanía popular como base de gobierno con exclusión del pueblo. La falta de pensadores de un nuevo modelo propio de régimen democrático como base del Estado mexicano se ha traducido en copiar y degenerar las ideas extranjeras para beneficio de grupo y de casta política divina.

Bien, esto es lo que el nuevo gobierno debería reformar para que el único y verdadero soberano, el pueblo, no vuelva a perder su soberanía, recién recobrada pero que se puede perder en cualquier momento. No se conoce un plan integral de reforma de todo el Estado para afianzar la democracia efectiva y evitar que los políticos corruptos vuelvan al poder público y se hagan únicos beneficiados directos de la cosa pública (Res publica).

Que la república sea bien constituida es problema y tarea de todos y parece que se construya como “centralista”, no es buena idea, aunque tenga la buena intención de limitar la corrupción y excesos de los gobernantes de las partes constitutivas de la federación. Seria si, muy bueno que haya un órgano o institución que fiscalice y vincule a los corruptos del nivel de gobierno que sea a juicio según sea su delito cuando existan los elementos puramente jurídicos con exclusión de lo político.

Finalmente, reitero que le trabajo es de todos pues lo público es general y los ciudadanos deben ejercer sus derechos políticos de manera activa y no de forma pasiva como hasta ahora. La práctica política de los ciudadanos elevaría la calidad tan magra de los políticos que siguen siendo sinónimo de ignorancia.

domingo, 11 de agosto de 2019

EL PASADO COMO POLÍTICA




La oposición, hasta hace no mucho gobierno, se ve a leguas que no está capacitada para desempeñar tal puesto. Es una lástima que la misma este tan desvencijada, abandonada de sí misma y sin ningún norte seguro; todas las direcciones les parecen ser el norte que necesitan y vuelven cada vez desengañados. Es deseable que los partidos contrarios al actual gobierno sean fuertes para forzar hacia una dirección conjunta y no una unilateral. Sin verdaderos contrapesos bien cimentados el gobierno mismo pierde la perspectiva y fuerza. Piensen ustedes en el enorme trabajo que hicieron las llamadas izquierdas hasta llegar al poder. Tuvieron que desarrollar diversas ideologías y soportar la persecución, la desaparición forzada, la cárcel y pérdida de miles de sus militantes hasta lograr consolidarse como verdadera opción de gobierno. Comparada la actual disidencia política con aquella, es evidente que a la actual le hace falta de todo, desde ideólogos hasta militancia; es decir, está perdida véasele como se quiera.  

Tan desorientada y mermada están los partidos políticos fuera del poder que, no atinan a crear un plan de batalla; se han vuelto predecibles al punto de ser anulados inmediatamente. En dos aspectos basan su lucha:

A).- En la apuesta al fracaso del actual gobierno. Señalan lo que a su entender son errores fatales y están con el Jesús en la boca todos los días, en lugar de pisar tierra firme, iniciando por la verdadera política; en su lugar se concretan en sembrar endebles rumores en la opinión pública, mismos que se marchitan por si solos.

B).- En la lucha por el pasado. Les parece que el pasado donde se sentían como peces en el agua, es el ambiente ideal para que el Estado mexicano se desarrolle; con todo, ese pretérito es de lo que huye el pueblo mexicano por ser vergonzoso.

A este paso, el Partido Revolucionario Institucional (ha perdido todo lo que pueda ser revolución e institucional, ya de por si dos términos y circunstancias que se excluyen), está destinado a desaparecer. El PRI nació como partido único de Estado, no para la lucha para el poder. Toda sus historia es de política (lucha por el poder y su mantenimiento), fue una simulación desde el poder; en todo momento tuvo el erario, las instituciones electorales, la violencia del Estado, los órganos judiciales de su parte, grupos paramilitares para mantenerse en el poder; sin toda esta gama de elementos, sin el poder político a nivel federal, de muchos de los estados y, a nivel municipal ¿qué le queda al priismo?. El desastre total.    

El PRI, quizás sin advertirlo tuvo sus excesos sin pensar que todo tiene un fin y que, tal como a Cleómenes “El Loco”, tendría que suicidarse de la manera más dolorosa, a pedazos hasta llegar a los órganos vitales. En efecto, con cada etapa de privatizaciones perdía una parte de si y sin embargo, actuaba como si esto no fuera a tener sus materiales, morales y legales hasta que ya no había remedio.

Las cúpulas del partido oficial, como cualesquiera niños ricos les fueron proporcionado todo menos el roce, la práctica de la lucha en escenarios diversos y menos el democrático; así, cuando tuvo que enfrentarse al pueblo este lo hizo pedazos y sin esperanza de volver a gobernar ni por la fuerza del Estado ni porque sus cúpulas puedan lograr el poder político a través de comicios. Esto sería un prodigio inimaginable.

Por su parte el Partido acción Nacional, se encuentra en las mismas circunstancias como que siguieron la misma senda que el oficialismo les heredó y, en consecuencia, siguieron la misma suerte, el descrédito popular. Con todo, tan luego se serenen y organicen verán que tienen una gran veta de conservadores para seguir en la lucha política. No por algo este pueblo es predominantemente católico. Claro, tendrán que cambiar el fondo de su práctica e ir a convencer al pueblo y en esto adolecen de lo mismo que el PRI, no están diseñados para rozarse con las clases pobres, a las cuales consideran apenas si dignos de tratar. Es un partido elitista más por prejuicios que por razones reales.

En resumen, ni al PRI ni el PAN, están en condiciones de ser una buena oposición por lo que ya he dicho; el primero; tarde que temprano, desaparecerá como partido pues no tiene razón su existencia; el segundo; tardará en recomponerse, con lo que le han dejado abiertas las puertas al Movimiento de Regeneración Nacional, por varios sexenios.

El primer paso de la actual oposición, es dejar el pasado y dejar de apostar al fracaso del actual gobierno. El vejo modelo Presidencialista emanado el oficialismo no tiene cabida en las actuales circunstancias, estuvo hecho para ser un sistema político cerrado y con todo el poder del Estado para seguir manteniendo su vigencia por décadas. Este mismo régimen político fue el que heredó el PAN y es el mismo al que todos los días ambos partidos piden regrese el pueblo mexicano; lo que no va a suceder ni de chiste. El PRI vive la tragedia de Cleómenes; el PAN, el drama del extravío, de la locura de la añoranza por lo que no construyeron, el Presidencialismo priista. El pasado no tiene cabida en esta Cuarta Transformación que está triturando y devorando sin remedio.  

lunes, 29 de abril de 2019

EL DESTINO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL




El Partido Revolucionario Institucional fue el resultado de dos experimentos anteriores el Partido Nacional Revolucionario (PNR-1929) y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM-1938), hasta que en consolido el Partido Revolucionario Institucional (PRI-1946). En los tres casos esta la idea de explotar los frutos ideológicos de la revolución mexicana de 1910 y no abandonaran esta idea nunca aunque los tiempos cambien.

La legalidad del régimen Presidencial priista será la que el propio partido y gobierno impongan. La legitimidad tendrá su base en que son los gobiernos priistas los que harán realidad los anhelos de libertad, legalidad, legitimidad, justicia, trabajo, casa, educación y todo lo que necesitaba la nación mexicana a través de apropiarse de los frutos de la lucha armada, de los colores, escudo y de construir un monopolio político bien acorazado contra la disidencia y los demócratas.

Es en este contexto en que nace el PRI, como un partido único de Estado que tenía como objetivo cuidar que no hubiera disidencias aglutinando en tres grandes sectores a la población; el obrero, el campesino y el popular controlados por sindicatos, centrales obreras y campesinas. Dentro del régimen se podía vivir con cierta soltura, fuera del mismo significaba una sentencia de muerte o la cárcel. No había más.

Otro de los fines del PRI era fungir como bolsa de trabajo para los priistas disciplinados; era tanto como un padre severo que sancionaba o premiaba a sus militantes. Es clásica la frase que se le atribuye a Fidel Velázquez “Quien se mueve no sale en la foto”, es decir, los indisciplinados no tendrán puesto público.

El PRI tenía todo o casi todo lo necesario para mantenerse como se mantuvo en el poder. Se convirtió en heredero de los frutos e ideología emanados de la revolución. Nació como partido único de Estado y por esta razón tenía el presupuesto que tenían a bien asignarle las cúpulas; es decir, nació como un niño rico y mimado que el buen padre atendía a las mil maravillas.

Elección tras elección el partido surgía ganador y cuando comenzó a tener competencia a finales de los años 80s del siglo pasado simplemente cometía fraudes electorales. Si bien esto le hacía ganar elección tras elección lo privaba de la práctica de competir con leyes distintas en las que había nacido y crecido. A la sazón se tendría que enfrentar en elecciones con leyes que tendían gradualmente a la igualdad electoral y en ese campo se verá como se vio toda su incapacidad en la lucha democrática.

Esa falta de saber práctico en el campo de la incipiente democracia llevo al PRI a aliarse con el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática que como se verá más adelante no fue más que aceptar por parte de los tres partidos que sentían y presentían su caída. El triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el uno de julio de dos mil dieciocho fue la combinación de diversos factores, tanto internos como internos pero que me ocupare únicamente de la descomposición del régimen político en el entarimado de las leyes electorales.

Bien, el poder ejercido durante tanto tiempo tenía ya desgastado al PRI y al régimen pero se negaban a morir y fueron sucedidos por el PAN que adopto a las mil maravillas este régimen, le sentó bien el viejo traje y ante el temor de una nueva fuerza política (Morena), se unieron estos partidos más el PRD, en el “Pacto por México" y ya se estaban planteado gobiernos de coalición para no perder el poder político. No les funcionó. Los efectos de las elecciones del 2018 son conocidas y sería ocioso tratar sobre ellas.

La pregunta es ¿puede el PRI competir en las actuales condiciones para no desaparecer?. Número uno, ya no tiene el erario federal para hacer política; es un rico venido a menos; número dos, tienen deudas por todos lados por los préstamos solicitados; número tres, nunca han luchado por el poder político en condiciones de tanta debilidad; número cuatro, el desprestigio que tienen ante el pueblo los tiene vulnerables, es como una maldición decirse priista, hay una consigna ciudadana de desaparecerlos; número cinco, ya no pueden hacer uso de los ideales y la ideología emanada de la revolución pues precisamente han ido en contra de los ideales y la ideología de ser soberanos, de autodeterminación, de la educación, seguridad pública y todos los servicios básicos que debería otorgar y proteger el Estado mexicano y número seis, tienen ante sí un gobierno que, está desmantelando la estructura priista en los tres niveles de gobierno. Los priistas han agotado todo su crédito ante la ciudadanía.

Tienen una leve esperanza. Que este gobierno fracase y en consecuencia, en las elecciones de 2021 puedan lograr detener su extinción. Se ve francamente difícil por no decir imposible pero existe la posibilidad. Con todo, la posibilidad de extinción del PRI es abrumadoramente mayor que su existencia. Han perdido la hegemonía en el Congreso General, en la mayoría de los estados y municipios con lo cual se colige que las leyes ya no les serán propicias para los fraudes electorales ni para la 

competencia en las mismas condiciones con los demás partidos y menos contra Morena.

Por si esto fuera poco, los priistas tienen en contra la convicción general del pueblo de que este partido ya no debe gobernar y contra eso, en las actuales condiciones, no pueden hacer prácticamente una sola acción. Tienen en contra tanto la legalidad como la legitimidad que nunca les importo conseguirlas. Este es el panorama general en un cambio de régimen o de época, una extrema debilidad del viejo régimen y una fuerza desbordada del nuevo.

Como colofón el PRI tiene una sensible pérdida de ideólogos, de cuadros, de enlaces, de su movimiento territorial y de todo tipo. Si se suman todos los factores en estos momentos se tendrá un cuadro lo más completo posible para llegar a la convicción de estar ante el preámbulo de la desaparición del PRI. Antes de las elecciones del 2021, estarán las del próximo dos de junio de dos mil diecinueve donde se elegirán dos gubernaturas, tres congresos locales y ayuntamientos. Esta será su primera prueba de fuego del PRI, de esta depende su futuro pues en caso de seguir perdiendo será muy difícil que se recomponga para las siguientes. Por lo pronto los priistas, no tienen ni ideología ni fe en ellos mismos y sin fe adios planes. 


jueves, 18 de abril de 2019

EL FUTURO DEL ESTADO MEXICANO




El presente inmediatamente se vuelve pasado. A menudo se hacen juicios sin tener en cuenta la realidad. La pregunta es ¿Cuál será el futuro de México?. Será lo que esté pasando por la mente de algunas personas; no de grandes masas sino por algunos y punto. La mejor forma de convivencia humana lo ha sido el Estado que, tiene una larga historia y se puede rastrear hasta la Ciudades-Estado en lo que hoy es Grecia. Más de mil ciudades-Estado, se dice que existían y peleaban entre unas y otras. La más famosa guerra en ese territorio la sostuvieron los espartanos contra los atenienses y resulto en un desastre para ambas partes. Esparta desapareció sin dejar y Atenas quedo muy empobrecida.

La historia de la nación mexicana también se puede ir reconstruyendo y viendo las peripecias que han pasado para que ahora haya un pueblo llamado mexicano. Antes de la conquista el imperio mexicano tenía una unidad política artificial sostenida por las armas. Esa unidad política fue dinamitada por la mecha compuesta por un puñado de lo que hoy es España. No había identidad entre los más de trescientos pueblos que conformaban el imperio mexicano cada pueblo añoraba su forma de ser y querían la libertad, pero esta siempre es huidiza. No resulto en libertad la caída de México-Tenochtitlan, sino en servilismo. Tuvieron que pasar trescientos años para que se diera la independencia. Durante este tiempo se fue forjando lentamente la identidad entre los descendientes de los diversos pueblos hasta conformar la nación.

A partir de 1821, después de la independencia, hay una gran incertidumbre a la hora de decidir qué rumbo tomaría el Estado mexicano. Las alternativas eran ser una monarquía que ya no existía y los conservadores fueron a buscarla al extranjero; los liberales no se decidían por fundar una república centralista o federalista. Fue con el gobierno de Benito Juárez que el Estado mexicano logra consolidarse e iniciar relaciones diplomáticas con otros Estados (Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra etc.).

La democracia no puede florecer mientras sus ciudadanos no sean maduros y, sientan esa necesidad de ser más de lo que son pues ser es lo normal y superar esa normalidad es el impulso vital. ¿No siente el ser humano ser más de lo que es?. Eso es lo que tiene el ser humano, un impulso vital que lo impulsa a querer ser más. Esto parecería no tener relación con el Estado y la política, pero tiene estrecha relación pues son los seres humanos los que han creado el Estado y actúan con todas sus virtudes y vicios.

El Presidencialismo fue el fruto más poderoso que los generales revolucionarios crearon desde 1929 con la creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que después en 1938, cambio a Partido de la Revolución Mexicana (PRM, para quedar en 1946 como Partido Revolucionario Institucional (PRI) y no paso mucho tiempo para que e se sintiera esa falta de libertad y, a partir de 1968 se fuera minando el régimen; lenta pero inexorablemente hasta que cayó, en definitiva  en pasado uno de julio de dos mil dieciocho.

En el Estado mexicano estaba ya el régimen Presidencial como un todo acabado, pero a algunas personas querían que el Estado mexicano no fuera esa coraza que negaba la libertad. La vida es siempre dinamismo mientras que el Estado va a un ritmo mucho menor que sus ciudadanos e incluso que la nación. Ahora bien, el régimen político presidencialista era un verdadero estorbo para el pueblo mexicano que de manera constante busca liberarse de los malos gobiernos y en la historia reciente, se puede tomar el movimiento que agrupo a muchas corrientes de izquierda en el Frente Democrático Nacional que encabezó el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como el ataque decisivo contra el régimen. La unión de estas fuerzas políticas daría como fruto el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que dio la pelea hasta que se unió al oficialismo.  

A menudo se piensa a lo Enrique Krauze y se cree que son los grandes líderes o caudillos como los llama el, los que hacen la historia y que las masas solo sirven para ser dirigidas. Pero durante este periodo (1988-2018), se vio como los lideres planeaban como acabar con el régimen y como el pueblo respondía a esas ideas hasta que, un porcentaje necesario de la ciudadanía llegó, antes de las elecciones, al convencimiento que la política debería cambiar, de que ese régimen político ya no respondía, desde hace mucho tiempo a los anhelos de los mexicanos. Se cumplió con el objetivo de 1988 y con una historia todavía más antigua. El binomio lideres/pueblo dio su fruto democrático. El régimen cayó para no levantarse nunca más.

Todavía hay una buena parte de políticos y de ciudadanos que añoran vivir bajo el imperio del totalitarismo priista pero deberán irse acomodando a esta nueva realidad concreta y son necesarios para construir el nuevo modelo de régimen. En eso deben ocuparse o desaparecer. Hoy se debe pensar e ir concretando el futuro. La creación de políticos claros es lo que debería preocupar y ocupar a los líderes de los partidos políticos pues en ellos está el quehacer político, la construcción de un nuevo modelo político, el fortalecimiento del Estado y lo más importante la dignificación de la vida de los mexicanos.

Sería muy bueno que el pueblo mexicano impusiera su dinamismo al Estado y no al revés, tal y como ha contendido hasta ahora; que los gobernados sean moldeados por el Estado y no el Estado como reflejo de una nación fuerte. Y, una nación fuerte que tenga un fin común podrá dar sentido a su existencia. Esta Cuarta Transformación debe ser reconocida como una independencia de los mexicanos de un régimen presidencialista sostenido por un partido único de Estado. Nunca más la dictadura personal, de partido o de coalición de partidos. Para ello, se requiere la profesionalización de los políticos; no más políticos improvisados que den al traste con la incipiente democracia. Hacen falta políticos preclaros y eso es mucho pedir pues, generalmente son torpes y ciegos ante el caos de la vida. Pero por lo menos el intento se debe hacer o tener un grupo de políticos medianos, pero actuando en concierto para impulsar la democracia. La construcción del futuro del Estado mexicano está en esta hora tardía bajo el imperativo de querer ser más de lo que se es en potencia para ser lo que se está llamado a ser.