Los
tiranos, en general, nunca quieren aceptar el cambio propuesto o reclamado por
el pueblo pues ello significa o limitación al poder, democracia o terminación de
la mala administración. En el caso concreto de México esto ha sido la constante.
Durante la independencia a los revolucionarios se les llamó de todas las
maneras ofensivas y se les minimizó. Esos fueron Hidalgo, Morelos, los
iniciadores de la independencia así como los que los secundaron: extraviados; se
decía que eran unos cuantos, podría decirse “desestabilizadores” de un buen
gobierno aunque la realidad era otra, el sistema colonial estaba decadente y
sin remedio.
La
dictadura de Porfirio Díaz en todo momento desdeñó a sus opositores y los mandaba
a silenciar por las buenas, cuando esto no funcionaba estaba la Ley del
Garrote, el destierro, la tortura, el asesinato la Ley fuga, es decir, “mátalos
y después averiguas”. Se decía de todos sus opositores que, solo eran unos
cuantos a los que podríamos llamarlos “desestabilizadores”; Díaz nunca pensó en
que dicho movimiento terminaría con su reinado de terror, en todo momento se negó
a dejar el poder hasta que, con la toma de “Paso del Norte” hoy ciudad Juárez,
se percató de que todo estaba perdido; su régimen símbolo de decadencia y corrupción
había terminado. El Ipiranga lo esperaba para su exilio en Francia.
La
ceguera de los dictadores, malos gobiernos o de regímenes totalitarios, tales
como El Priato, son incapaces de responder con democracia o con dialogo con el
pueblo, su naturaleza corrupta se los impide. Esa naturaleza corrupta constituida
por los intereses del partido en el poder que se han juramentado para saquear
lo público a costa de cualquier precio sin importarles el derramamiento de sangre,
desapariciones forzadas, represiones sistemáticas, muertes, asesinatos y toda
clase de vilezas en contra del pueblo en general pero muy concentrado en los estudiantes,
siempre los estudiantes porque son ellos los que han crecido fuera del régimen cerrado
priista y han vislumbrado nuevas formas de vida en democracias allende las
fronteras y en especial Europa.
Con
la alternancia en el poder Ejecutivo Federal por parte de los panistas no se logró
implantar la democracia sino apuntalar los sistemas, político y económico,
ambos corruptos. Los panistas hambreados de poder político y económico llegaron
con Vicente Fox como marabuntas a los cargos públicos para rapiñar lo público y
cebados por su “éxito” se lanzaron, acicateados por la barbarie junto con
Felipe Calderón a seguir su obra de corrupción. No contentos con ello, trataron
de imponer el “reino de Dios en la tierra”, a través de su Humanismo cristiano
que ve a los panistas como los dirigentes divinos de un pueblo ignorante que se
le debe imponer el cristianismo a toda costa bajo la bota clerical para que sea
obediente. Calderón embriagado de un falso misticismo, sintió ser el elegido
para iniciar una “Cruzada”, una “Cristiada” y en sus palabras una “Guerra”,
contra el narco y con ello hundió al pueblo en sangre de inocentes en su mayoría.
Con
ello, se dieron los últimos toques de corrupción y decadencia extrema al
sistema político-económico. El escenario estaba listo para que llegaran otros “iluminados”,
llamados Neoliberales, encabezando una imagen creada por la mercadotecnia con
el logo: “Enrique Peña Nieto”, para retomar el poder y lo lograron. Sin darse
cuenta que los discursos por sí mismos, nunca han logrado solucionar un solo problema
lanzaron una campaña privatizadora que culminó con la aprobación de las “Reformas
estructurales”. Se terminó de privatizar todo lo público y con ello se ahondo
la pobreza, la inseguridad, el hambre, la injusticia generalizada porque el
gobierno, los partidos políticos, los arribistas y toda clase de pillos y
picaros solo les importa cuántos negocios pueda hacer con la privatización de
todo lo público. La corrupción se disparó con un estruendo tan potente que pudo
oírse en todo el mundo y ni tardos ni perezosos los corruptos de todo el mundo
acudieron al llamado. Peña Nieto se fue por el mundo como como empresario y
embajador de los negocios corruptos mientras el pueblo era y es, presa de la
pobreza más extrema bajo un régimen legaloide que solo sirve para mal maquillar la terrible realidad.
Ante
esto, los estudiantes (la parte más dinámica del pueblo), salió a protestar, la
respuesta Ayotzinapa, seguido de una larga puesta en escena por parte del
gobierno en sus tres niveles y un Procurador General de Justicia que no tuvo
empacho y la desvergüenza de decir lacónicamente “Ya me canse”, ante los
cuestionamientos de la prensa. Las respuestas diabólicas dadas por el gobierno,
tanto en acciones como en discursos huecos, tuvo como respuesta y en esta ocasión
no bien puso un pie Peña Nieto de su viaje a China y Australia se lanzó contra los
“desestabilizadores” de su “Proyecto de Nación” y amenazó con hacer cumplir la
Ley.
El
veinte de noviembre fue la ocasión para que un enfurecido Peña Nieto se
coordinara con Miguel Ángel Mancera y lanzaran carne bruta y embrutecida contra
los manifestantes de manera indiscriminada para “hacer respetar la ley”,
cientos de heridos, once procesados (la mayoría estudiantes) y una alegre felicitación
a los bárbaros granaderos que reprimieron a los manifestantes pacíficos.
Siempre se ve este tipo de acciones violentas contra el pueblo nunca contra la
delincuencia organizada ni los narcos que gozan de cabal salud y libertad en
este régimen. La represión no tuvo, evidentemente, el fin de “hacer respetar la
ley” sino la de inhibir la protesta social en contra del mal gobierno.
Sin
embargo, el sistema político ya no puede escudarse en su Doctrina Estrada, que más
que una doctrina es una treta del viejo sistema para no recibir críticas de
gobiernos extranjeros, personalidades de otras naciones, de organismos
internacionales y organizaciones no gubernamentales, eso perteneció al viejo
sistema político cerrado, la globalización hace ineludible que los las naciones
extranjeras conscientes, humanitarias se solidaricen con el pueblo mexicano y
en especial con los estudiantes porque sienten la desaparición de los 43 jóvenes
estudiantes como la perdida propia porque es inadmisible que hayan desaparecido
así sin más y no haya una respuesta racional y creíble. La respuesta de Jesús
Murillo Karam cae dentro de la especulación fantástica como si de pronto el espíritu
de Jaime Mausan se hubiera apoderado del Procurador y se estuviera hablando del
Triángulo de las Bermudas o de secuestro por alienígenas.
El
mundo sabe que el gobierno mexicano es corrupto hasta la medula. Ya lo dijo amablemente
el presidente de Uruguay José Mujica “A la distancia, México parece un Estado
(gobierno) fallido”, a media distancia se puede oler la descomposición y de
cerca se siente toda la podredumbre solo sostenida por el gobierno,
funcionarios públicos, políticos y empresarios corruptos. El diario francés Le
Monde (El Mundo), ha dicho acertadamente “La revuelta de los mexicanos contra
el Estado mafioso”. No hay mejores definiciones complementarias para el gobierno
de Peña Nieto, claro este se niega como cualquier dictador ciego a ver la realidad
y a aceptar la democracia. Por esta vía nunca sucederá. Le corresponde al
pueblo mexicano imponer la democracia con la solidaridad de las demás naciones
solidarias.
Sin
embargo, en México no solo está en juego la democracia del pueblo mexicano sino
el destino del Neoliberalismo en general. Los mexicanos no tienen otra opción
que democratizar y sanear el sistema político corrupto y a partir de ahí someter
al Neoliberalismo al imperium de la ley democrática. Que no se devasten la
flora y la fauna, que no se exploten los minerales de manera indiscriminada contaminando
aguas y tierras de cultivo, que el petróleo no se extraiga para seguir
contaminando irracionalmente la atmósfera, que el ser humano no sea otra mercancía
más, que la mujer no sean más fantasmas pasajeros, mercancías efímeras,
desechables.
O,
se elige un Neoliberalismo bajo la soberanía popular o un Neoliberalismo
salvaje como hasta ahora. No es poco lo que se decide en terreno mexicano y en
el destino de la nación mexicana. Hermanos de otras naciones pedimos su apoyo y
solidaridad hoy más que nunca, para tomar la senda racional del humanismo que
permita rescatar lo que todavía hay y lo hay en mucho (nos lo han demostrado
con su solidaridad), de humano en el mundo. El Neoliberalismo quiere producir
ciudadanos en serie, humanos-mercancía programados para la producción salvaje y
el consumo irracional, sin medida. Los tiranos son ciegos a la verdad, los
pueblos, no.