Ser una
estrella entre una gama, supone un comportamiento concreto. Entre las grandes
personalidades aquel hombre se sentía una súper nova y ciertamente su brillo
explosivo sobrepujó a todos a su alrededor. Con todo, no tomó en cuenta que su
gran masa molecular será su propia ruina. Tarde se dio cuenta de ello. Como un
Can Mayor lanzó sus ladridos como explosiones de despedida. La presión
degenerativa lo había tocado. Quizá ya no nos permita conocer sus secretos. No
es cosa de tamaño sino de energía como la de una estrella de neutrones. ¡Oh,
vanidad humana!.
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