viernes, 20 de noviembre de 2015

EDUCACIÓN Y CONOCIMIENTO EN MÉXICO



Me niego a creer y por lo tanto a comprobar que haya seres humanos de menor calidad significativa en lo intelectual. Me maravilla ver un rotulista hacer su trabajo casi perfecto, el conocimiento que tienen las cocineras, los campesinos y los obreros ordinarios y especializados. Podría seguir enumerando más ejemplos pero sería ocioso.  En consecuencia, solo pondré como ejemplo el conocimiento que la gente tiene del futbol. El futbol puede ser tan complejo de entender a nivel técnico con tantos datos que procesar, entender las estrategias, las posiciones de los jugadores, nombres, cualidades personales, estadísticas y todo lo que tiene que ver con dicho deporte. Es una maravilla que haya personas que sepan al dedillo todo acerca del futbol. Lo lamentable es que solo sepan de ello. Sospecho que no es la inteligencia la que tienen corta sino las vías para acceder a la educación académica, reservada a una elite afortunada.

Ahora bien, aquí hago una distinción entre el conocimiento adquirido por la experiencia cotidiana en cualquier ámbito y el conocimiento académico.  De común se cree que el conocimiento escolar tiene una calidad superior por tener todo un sistema educativo prodigado por pedagogos expertos en los más variados temas. Error. El sistema educativo mexicano no está diseñado para crear profesionistas o técnicos con conocimientos superiores. La información inconexa que se da como alimento cotidiano a los cerebros incultos es de tan mala calidad que una buena porción de profesionistas nunca ejercen su correspondiente carrera. ¿La razón?, nunca lograron aprehender y poner en practica la maraña de datos sin sentido.

Por otro lado, aunque el conocimiento adquirido por la practica en los oficios, evidentemente no tienen una estructura oficial para su enseñanza ni su puesta en acción, sin embargo, la tradición es su soporte y mucho me temo que dicho sistema es tan eficaz como el oficial o quizás más. La diferencia entre ambos sistemas de aprendizaje estriba en que, se alaba a uno y se menosprecia al otro.

Ahora bien se debe de tomar en cuenta el sistema social y el económico para entender las razones del por qué, aparentemente la educación académica es superior a la enseñanza de los oficios. Se debe tomar en cuenta que un sistema social de estratos sociales piramidal no permitirá la igualdad en casi ningún rubro pero mucho menos en la educación. A esto se le debe sumar el sistema económico que va de la mano con el primero; es claro que, los pobres estarán en evidente desventaja para alcanzar una carrera profesional o técnica y cuando lo logra no pasa, por lo general, de un trabajo rutinario y sin relevancia.  

Se puede alegar lo que se quiera, pero basta con tratar de aprehender ambos tipos de conocimientos y a menudo se topa uno con que, ambos, representan la misma dificultad inicial hasta que se entienden a cabalidad.

Los profesionistas que obtienen recién sus títulos están en el mismo nivel que los que han obtenido el conocimiento de los oficios y tienen un largo camino para hacer empatar teoría y práctica de manera constante, siempre corrigiendo hasta volverse duchos en la materia.  He ahí la diferencia bien oculta.

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