“Divide para reinar”
Julio Cesar
Si se buscan respuestas para entender la situación mexicana bien se puede tomar una sola pauta: la división entre los que se proclaman a favor de los franceses y los nacionalistas ingenuos, aunque radicales. Si los mexicanos no maduramos a marchas forzadas, por un gran esfuerzo individual para formar una gran colectividad nos veremos, faltamente en constante división social, incapaces de desarrollar un movimiento que imponga al nuevo Estado mexicano, determinados rasgos benéficos para la generalidad.
Debemos saber distinguir entre gobiernos y pueblos. Los gobernantes hacen la política y la guerra pero los que padecen los efectos de la política son los pueblos, los que mueren son civiles. Tan tirano puede ser el gobierno francés como el mexicano o el sirio. Los pueblos siempre están en el mismo plano: gobernados, controlados.
Circulan opiniones descabelladas que no se pueden creer sin tenerlas como hijas bastardas de la irracionalidad, son viscerales, barnizadas de racionalidad cuando en realidad son producto de los sentimientos más rabiosos, adornados de un nacionalismo francamente ya muy deslucido. El pueblo francés nunca ha sido enemigo del mexicano. Quien hizo la guerra al gobierno y pueblo mexicano fue el gobierno francés de aquel entonces.
La frustración se ha apoderado de la sociedad mexicana y se manifiesta en un cosmos virtual. Con todo, dudo mucho que en la realidad real nos vaya de manera distinta. Treinta años de preparación Neoliberal ha moldeado a la sociedad mexicana en pocos individuos conscientes, otros más reaccionarios con una mayora pasiva que solo piensa en consumir. La vieja formula "Divide y venceras", con toda su brutal simpleza funciona bien entre los mexicanos.
Pueden quejarse todo lo que quieran, maldecir todo lo que quieran y contra quien o quienes quieran. El poder no solo es físico sino fundamentalmente psíquico. No está el presidente de la república. ¿Cuál es la razón por la que no se hace un solo cambio significativo?, no hay una sociedad lo suficientemente organizada, consciente y solidaria. Se señorea la división. Nunca es tarde para la reflexión y la unidad, aunque esta no sea absoluta, no es necesario. Una nación una meta, si son necesarias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario