lunes, 2 de enero de 2017

FIN DEL SISTEMA POLÍTICO




Con la dominación de las grandes empresas sobre los gobiernos y la imposición de la economía de mercado a las naciones se sentía ya la inutilidad del presidencialismo en México. El sistema político se colapsaba por todos lados y solo el esfuerzo conjunto de gobernantes, televisoras y políticos lo mantenían en pie., dando la impresión de salud.

El Estado moderno mexicano se había terminado. El sueño se terminó antes de cumplir sus fines de bienestar. La solidaridad endeble daba paso al híper individualismo; el fin común a el fin personal y por encima de lo general; la amistad cedía ante lo económico. En fin que, la economía ataba todas las acciones humanas a sus fines materiales. Los antiguos valores cedían sus lugares a los antivalores. Tiempo de crisis que se necesita recomponer.

¿Qué quedó de la doctrina Estrada con la cual por mucho tiempo se blindo el gobierno mexicano de la injerencia extranjera?, solo el esqueleto ya inservible. Se vio muy rápido lo endeble, lo flaco del gobierno ante las imposiciones de las trasnacionales. El Partido Revolucionario Institucional no supo y no pudo entender estos cambios de paradigmas y sus cúpulas siguieron la inercia y arrastraron a los gustosos Partidos de izquierda y derecha hacia un pacto traicionero para la nación mexicana.

En los inicios de su administración Enrique Peña Nieto se veía y lo veían muchos como un Salvador casi divino. Adela Micha decía, palabras más, palabras menos que no importaba si Peña Nieto era o no un lector voraz a la hora de gobernar. ¿Dónde cree esta ínclita periodista que esta el saber para gobernar?. Quizá se imaginaba que la televisora donde trabajaba tenía la capacidad mágica de guiar la realidad por donde se les ocurriera. Todo el aparato televisivo fue insuficiente para siquiera maquillar una realidad que se agrietaba por todos lados, dejando una realidad nueva con la cual no podían lidiar.

Hoy, el gobierno es un desastre y el Estado está en ruinas. Peña Nieto y su gabinete preparan ya su graciosa huida con toda la corrupción e impunidad necesarias para no ser tocados. Dejan tras su paso miseria extrema y una venta de los bienes nacionales sin precedentes. La acumulación de riquezas por parte de las trasnacionales se hará mas profunda como profunda se hará la pobreza en México. No hay responsables mucho menos culpables. Todo es gestión administrativa en el marco legal. ¿Qué marco legal permite el empobrecimiento sin responsabilidades?, el mexicano. Por ello es menester cambiar la Constitución General y que los gobernantes realmente sean imputables por los delitos que cometen y aun las mentiras sobre las que basan su política.


En resumen, el sistema político mexicano con o sin presidencialismo ha dado todo de sí; no es más que un cascaron hueco donde se refugian los delincuentes convertidos en políticos y gobernantes. Es responsabilidad de los ciudadanos construir el nuevo Estado. La híper individualización exige que sean los ciudadanos los que entren a la escena política como actores principales y no de simple reparto. A la híper individualización le corresponde la libertad más amplia hasta ahora conocida y esa libertad conlleva responsabilidad. El gobierno en sus tres niveles está incapacitado para enfrentar los nuevos retos. Si sobre, personas híper individualizadas va a recaer la producción y consumo de bines y servicios es necesario que sean las personas las que, organizadas, emerjan en la política. No hay posibilidad de que los ciudadanos estén bajo la tutela de los gobernantes y políticos. Es la hora de los ciudadanos y ellos tienen la palabra y la toma de la acción política.  


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