jueves, 19 de enero de 2017

GOBIERNO MASOQUISTA



En 1994 entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio promovido por Carlos Salinas de Gortari. En aquellos tiempos muchos dijeron que enganchar la economía a la de Los Estados Unidos  era un fatal error. Sin embargo, el presidencialismo estaba todavía en vigencia, el priismo era fuerte y se hizo la voluntad de estos. La soberanía se vio mermada y México se hizo formalmente el patio trasero de los Estados Unidos. Nuestros vecinos del norte tan proclives a las agresiones nunca se les pasa la ocasión de tratar a los gobernantes mexicanos como sus sacos de boxeo.

Donal Trump quiere revisar y terminar el Tratado de Libre Comercio suscrito por Canadá, Estados Unidos y México, y eso sería una buena oportunidad para que el Estado mexicano diversificara su trato comercial con otros Estados de todo el mundo. Con todo, Enrique Peña Nieto y su gabinete son demasiado torpes como para hacer hechos y actos que realmente beneficien a la nación mexicana. Están empeñados en seguir el trato comercial casi exclusivamente con los Estados Unidos.

Francamente la relación entre el gobierno de Donal Trump y el de Peña Nieto, será anormal, insana; el primero es un orate sádico y el segundo, un masoquista. Trump le hará los desdenes y las majaderías que considere a Peña Nieto y este, como esposa abnegada y sufridora tratará de calmarlo con mil y una gracias. Es una verdadera tragedia de mal, muy mal gusto tener gobernantes tan agachones. Claro que tampoco queremos tener un orate como gobernante.

La debilidad y el miedo de Peña Nieto no son un invento mío, (ojala y no tuviera esas flaquezas), solo basta recordar cuando fue a la Universidad Iberoamericana y recordar sus cara de terror al ser cuestionado por los jóvenes estudiantes, al punto de preguntar “…afuera hay salidas para salir…”. Si bien esta es una anécdota, sirve de base para darse cuenta plena de lo mimado y modoso que es Peña Nieto. Lo suyo no es un mundo abierto, el, vive rodeado de asistentes y nanas en la residencia oficial, en el avión presidencial y en los más caros y exclusivos clubes de golf, en donde todo está controlado y lejos del pueblo. Por ello le extraña que existan protestas del pueblo, no ve las carencias; vive en Peñalandia, un mundo fantástico.

Los mexicanos deberíamos entender que tenemos la oportunidad de liberarnos y buscar otros derroteros, el mundo es mucho más que nuestros vecinos del norte. Sin embargo, la libertad implica obligaciones, riesgos que nuestros gobernantes no están dispuestos a correr. Es bien sabido que ante la libertad dada muchos esclavos, obreros, campesinos y pueblo en general prefieren la tiranía conocida que el futuro desconocido.


El viernes veinte de enero de 2017, se quiera o no el mundo cambiará y tendremos que habérnosla con las novedades queramos o no. En lo particular a mí me emociona y estoy dispuesto a correr cualquier riesgo antes de ser esclavo. La libertad señores míos es el segundo bien después de la vida. Querámosla a toda costa.  


No hay comentarios.:

Publicar un comentario