sábado, 7 de enero de 2017

ENRIQUE PEÑA NIETO EN DESACATO



La marcha y asamblea en la ciudad de Puebla, Puebla, fue una muestra de lo que la ciudadanía puede hacer cuando se organiza. No hubo violencia de ninguna clase solo las consabidas proclamas contra Enrique Peña Nieto, Rafael Moreno Valle y Senadores y Diputados al Congreso General por el estado de Puebla.

El pueblo soberano ha dictado sentencia condenatoria inapelable contra todos los gobernantes y legisladores que han traicionado al pueblo y se han enriquecido ilegalmente, corrompiendo hasta lo indecible los bienes y servicios públicos. No se cansan de alzarse con lo público sin ningún remordimientos más aun, se envalentonan y con todo cinismo manifiestan que no renunciaran a los lujos excesivos con cargo al pueblo y no hacen cosa alguna para combatir la corrupción y la impunidad; están en su burbuja de comodidad.

Se propuso no pagar más impuestos a los tres órdenes de gobierno e ir a la ciudad de México, en concreto a Los Pinos a sacar a Peña Nieto por su manifiesta traición a la nación mexicana. Este mal gobierno apuesta por la pasividad del pueblo, la Ley del Garrote contra los manifestantes, el pago de infiltrados y saqueadores para desestabilizar las protestas ciudadanas.

Ninguno de los aludidos ha salido a explicar las razones por las cuales votaron para privatizar bajo la mayor corrupción posible los bienes y servicios públicos. Es evidente que tampoco iban a estar presentes Senadores y diputados poblanos que cometieron tal crimen. Mucho me temo que jamás saldrán a dar explicación aceptable porque no existe y son demasiado cobardes como para hacerlo. Su silencio y ausencia ante el pueblo los delata. Sus actitudes los condenan irremediablemente.

El sistema político ya dio todo de sí, está agotado y sin algo significativo que ofrecer que no sea la enorme corrupción de los gobernantes, políticos y grandes empresarios que contratan proveer bienes, servicios u obtener concesiones fraudulentas o leoninas. Es imperativo que los ciudadanos ingresen de manera plena a la política para frenar la rapiña de lo público y para dirigir la economía. Sin este presupuesto la cosa pública seguirá corrompiéndose hasta que todo este perdido irremediablemente para muchas generaciones.

Se han privatizado todos los bienes y servicios públicos; por otro lado, se ha quitado esa tutela estatal que se ejercía sobre los mexicanos como si fuéramos menores de edad. Necesitábamos la máxima libertad y esta nos ha sido dada a través de la privatización de todos lo público. Se quiera o no se tiene que lidiar con estas circunstancias inéditas para las mayorías para dar sentido a la vida, poniendo freno a los gobernantes, políticos y marcando los caminos por los que debe transitar lo público.

En resumen, los ciudadanos activos de toda la república se deben organizar y tomar todas las medidas necesarias y ponerlas inmediatamente en práctica para frenar y castigar todas las conductas desleales, contrarias a la nación mexicana y perseguir a los gobernantes y políticos corruptos y no dar ya marcha atrás a la ciudadanización de la política. Si se abandona lo público a los lobos ya se sabe el resultado.

Finalmente, el pueblo debe declarar en desacato a Enrique Peña Nieto por su actuar desleal, por no cuidar lo publico en beneficio del pueblo mexicano, por su enorme e imparable corrupción, por sus reiteradas mentiras y por no combatir la corrupción sino incentivarla. Muera le mal gobierno.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario