El
bozal más efectivo que usan los teólogos para tener bajo su poder al rebaño es,
la sentencia moral: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Con
lo cual aquellos que han sido adoctrinados en el pecado se sienten tan
rebajados que bajan la vista al suelo en señal de sometimiento.
Esto
va más allá de la razón y la salud. La moral es solo uno de los tres cuerpos normativos
con los que se dirige a los seres humanos. El ámbito de la moral es el interior
del ser humano, quien decide su actuar entre lo que considera bueno y malo. En el ámbito del Derecho la conducta de
los sujetos de derechos y obligaciones es legal, ilegal o delictuosa y en el
campo de las normas de etiquetas la conducta de los seres humanos es adecuada o
inadecuada.
Los
pecados fueron creados por teólogos para sujetar a los fieles a sus caprichos. Véase
que si se pone en otro campo normativo la sentencia: “Quien esté libre de
pecado que tire la primera piedra”, carece de sentido. Si se lleva esta
sentencia al ámbito de las personas que carecen de la moral cristiana o aún
mejor de aquellos que no creen en la religión cristiana, resulta absurda tal
sentencia. Ante la ausencia de moral cristiana carece de valor alguno y de
sentido querer hacer sentir a los seres humanos pecadores.
Hacer
sentir pecadores a los seres humanos es el mejor remedio (que eufemismo), que
tienen los teólogos para no permitirles su liberación. Creer en el pecado es síntoma
de estar enfermo, en una posición de manipulación atroz. La más fabulosa de las
creaciones de los teólogos fue crear los pecados y el perdón a los mismos. Los
fieles se conducen más por fantasías y cuentos que por la razon. El día que los seres humanos se
liberen de esos errores psicológicos llamados pecados las piedras no alcanzaran
para apedrear a quienes los pastorean. Ojala y eso sea en un sábado de santa resurrección
del ser humano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario