miércoles, 20 de marzo de 2013

DE HUMANOS Y LOBOS





En México no hay políticos sino lobos y bestias fieras sedientas de beber sin hartazgo de las divinas aguas de lo público. Aguas divinas que hacen de un pobre diablo un señor respetable e inmaculado; de una cenicienta una princesa de ensueño y de un idiota un caballero de alcurnia y así por el estilo otras gratas posiciones sociales.

Mientras el ser humano acostumbrado a la vida “pacifica”, dócil y llena de penalidades curadas con estoicismo trabaja la tierra, mueve las maquinas, maneja el transporte, pesca y se deja trasquilar mansamente porque cree que así está determinado jerárquicamente por un dios bueno y que todo lo puede y todo lo comprende y todo lo ilumina.

No hay justificación alguna de que los malos políticos (en su inmensa mayoría) con su burda ignorancia y su sed insaciable estén en la cima de la pirámide social si no atendemos a sus ser corrupto y corruptor de todo lo que toca. Son los antípodas del Rey Midas que todo lo que tocaba lo convertía en oro; los políticos mexicanos todo lo que le meten mano lo vuelven pobreza para el pueblo. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario