domingo, 20 de enero de 2013

MITO Y RAZÓN





En la vida los seres humanos deben tomar consciencia de su existencia y de sus acciones. Esto parece una cosa común o hasta trivial. Sin embargo, no es así; las sociedades con estructura marcadamente piramidales sin cambios o posibilidades para la mayoría del pueblo llano de cambiar su situación social hacia mejores posiciones viven en un sistema que prefiere usar la religión como medio de vida justificatorio de la realidad.

El tipo de personas religiosas son lo más peligroso para la vida democrática dado que son propensas a adherirse a cualquier religión o secta religiosa a efecto de justificar su vida. También son proclives a sumarse a partidos políticos faltos de democracia, se unen a ellos de manera acrítica, esperando sacar “algo”, que siempre se traduce en un trabajo o puesto que les de los medios para vivir. Es decir, que la responsabilidad de sus vidas la ponen en Dios, en los partidos políticos o cualquier otro cuerpo o institución que les brinde la mínima seguridad, aceptación o identificación.

Dejar de ser religioso de manera consciente debe tener  como eje central el de volverse responsable de sus acciones. Si se tiene la responsabilidad en las acciones en dos de los tres grandes grupos de sistemas normativos a saber el del Derecho y el social seguramente no se necesitará del sistema teológico para conducirse en la vida. Mientras que los dos primeros sistemas tienen sus bases en las normas coercitivas y las prácticas sociales, es decir, en cosas objetivas, el sistema religioso se basa en mitos absurdos. Es muy interesante ver como personas que han alcanzado grados académicos muy elevados se aferran a cuentos y creencias que van en contra de toda lógica y evidencia. La razón a mi entender esta en que desde la niñez se inculca por todas las formas posibles y con una firmeza, en las mentes infantiles, la creencia en mundos imaginarios inventados y falseados. Es evidentísimo que después de imponer esta base en mentes tan receptivas e impresionables no importa cuánto después se trate de volver a este tipo de personas a la razón, estarán ya con el uso de la razón viciado. Todo intento cura será inútil.

Sería interesante, en una sociedad, que se prohibiera la enseñanza de toda religión hasta la adolescencia y primero se enseñara a usar la razón a los niños sin prejuicios y ya después se les permitiera elegir la religión que decidieran profesar. Lamentablemente en la realidad se hace todo lo contrario. Inmersos en el mundo religioso los seres humanos viven entre tinieblas soñando que viven en la luz. Esta es la base de la tiranía religiosa. Por eso hacer uso de la razón es un pecado para los teólogos. Cada vez que la razón se impone sobre los mitos los altos jerarcas públicamente hacen condena feroz de ello. Después se hace un combate generalizado en contra de la razón de manera sistemáticamente y de manera incansable. ¿Por qué se les permite esto a los religiosos tiránicos?. 


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