El
Estado actual es el producto de la burguesía y esta evidentemente sujeto a
dicha clase social. El Estado mexicano no ha sido la excepción. En la revolución
mexicana de 1910 estaban en pugna dos visiones de lo que debería atender el
Estado. Por un lado se tenía al pueblo miserable que inmediatamente acogió el
lema “Tierra y Libertad”, dos cosas fundamentales para la vida fundamental del
pueblo; tierra para sacar su sustento inmediato y libertad de los caciques; es
decir, de los ricos, autoridades y políticos para no ser despojados del producto
de su trabajo. Eso era solo un principio de justicia y democracia. Por el otro
se tuvo el lema de los terratenientes, ricos, autoridades de todo tipo y
caciques que efusivamente hicieron suyo el lema “Sufragio efectivo, no Re-elección”,
esto significa una cosa sencilla, es un simple quitar al tirano Porfirio Díaz para
que otro gobernante distinto asumiera el poder. No había un deseo de cambio
sino de continuidad.
La
burguesía atenta a estos cambios fue la única que salió fortalecida ya que la Constitución
de 1917 le dio las bases para que la visión “Sufragio Efectivo, No Re-elección”,
ganara. Es decir que el pueblo que soportó lo más duro y cruel de la revolución
al final le fue quitado el triunfo y sometido a leyes contrarias a sus
demandas. Hubo si intentos de cumplir sus demandas revolucionarias y algunas,
las menos importantes, se cumplieron; se dotaron de tierras, agua y otras cosas
a los campesinos. Con todo, en lo político y económico se les negó todo acceso
primordial. El sistema creo un sistema singular. Agrupo al pueblo en tres
grandes sectores obrero, campesino y popular. Con esto se logró dar la impresión
de que todo el pueblo llano participaba en la cosa pública y que la democracia
era el pan de cada día. Fue todo lo contrario. Y, sin embargo a eso se le llama
hasta la actualidad democracia. Es decir el gobierno del pueblo.
Así
tenemos que en México para cualquiera (maestros, caciques, charlatanes etc.) es
más rentable ser político, comerciante (se dicen empresarios) que cualesquiera
otros trabajos. Poco a poco se mezclaron políticos y burgueses para hacerse
ricos con base en la explotación de los bienes públicos y del erario. No se puede
entender que haya maestros ignorantes inmensamente ricos y comerciantes
ignorantes también inmensamente ricos sin entender que el Estado burgués está
hecho para el beneficio ellos en detrimento de la cosa pública y del pueblo.
Al
principio de esta historia eran los políticos los que mandaban en lo político y
lo económico, ahora son los comerciantes los que mandan en esos rubros. Se han
invertido los roles. Para el pueblo la democracia burguesa es una mentira ataviada
con los ropajes de la legalidad constitucional.
Con
las reformas al artículo 27 constitucional el lema “Tierra y Libertad”, ha sido
mancillado. Se dejó a los campesinos sin recursos, sin apoyos a efecto de desanimarlos
a seguir con el ejido hasta el extremo de obligarlos a expatriarse, esa fue su
libertad. Se han puesto todas las condiciones para que el capital privado
invierta en el campo y lo vuelva productivo.
La
prueba más contundente de que es la burguesía la que manda en México de manera
ya casi total, es, la promulgación de la Ley de asociaciones público privadas. Esto
significa que el capital privado invertirá con pleno derecho en la obra pública
con ganancias pingues. Pronto veremos nuevos personajes en Forbes. El Estado
mexicano está ya muy débil, está sujeto al capital privado.
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