Tal parece que los seres humanos estamos y estaremos siempre sujetos a gobiernos tiránicos de manera irremediable. Cronos temeroso de ser desbancado del poder por alguno de sus hijos decidió comérselos, siendo los dioses inmortales solo podía mantenerlos encarcelados en su estómago pero no matarlos. Zeus fue puesto, por su madre, fuera de la maldad de Cronos y al final destrona a su padre, volviéndose con ayuda de sus hermanos, el dios principal de la mitología griega, es decir, se volvió el gobernante principal. Ya con el poder casi absoluto Zeus cometió toda clase de excesos e injusticias. Ello si hemos de creer a Hesíodo.
Todo sistema político-económico
temeroso de las nuevas generaciones incita a integrarse al seno del sistema, a
todos, a efecto de no tener disidentes, sin embargo, siempre los hay, entonces
engulle de manera violenta a todos sus hijos, los encarcela físicamente o en
cárceles inmateriales pero tan poderosas como las otras. Más no pueden matar el
anhelo de libertad, de cambio. Quien gobierna comete todo tipo de excesos e injusticias
contra el pueblo.
De todos los hijos de la patria
surgen los conscientes que combatirán la tiranía. Los revolucionarios del
momento con la ayuda de sus hermanos, derrocan al tirano y los que quedan con
vida y fuerzas suficientes eligen de entre ellos a uno que gobierne. Construyen
un nuevo sistema político-económico que vuelve a temer a sus hijos con lo que
se repite el ciclo.
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