Antaño creía que el poder de las palabras era tan poderoso que todo lo que se nombraba existía sin más. El lenguaje me parecía tan bello y sublime como no había otra cosa igual para la existencia de lo se hablaba. Sin embargo, mi concepción del lenguaje cambio con el tiempo; me di cuenta que el lenguaje tiene como toda cosa humana, sus imperfecciones. Una de ellas es la palabra “nada” que proviene de la palabra latina “nihil” que significa literalmente eso, nada. Con todo, desde el punto de vista de la Filosofía del lenguaje se colige que la nada es un error conceptual. Esta palabra quiere designar la ausencia absoluta de algo, su inexistencia. Empero, la inexistencia de algo carece de ser. El solo tratar de pensar en la nada nos lleva a un callejón sin salida que un maestro mío, dijo que solo si Dios existiera, él podría crear la nada, dado que no tendría como Dios impedimento alguno. Yo, no voy tan lejos. Creo, a partir de la Filosofía, la Lógica y la Ontología que carece de sentido hablar de la nada. En lugar de ello si se usa el término “ni uno solo” u otro equivalente se salvaría dicha situación. Tengo presente que la palabra nada se ha arraigado en el uso diario y resulta por tanto, más cómodo usarla. A pesar de lo anterior, como estudiante de Filosofía me inclino a dejar se usar conceptos que no hacen referencia a cosas existentes y con verdadero ser. De la palabra nada proviene la palabra “nadie” con las mismas observaciones y consecuencias filosóficas de existencia. De lo que no existe realmente no se puede hablar cosa alguna.
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martes, 8 de enero de 2013
LA NADA
Antaño creía que el poder de las palabras era tan poderoso que todo lo que se nombraba existía sin más. El lenguaje me parecía tan bello y sublime como no había otra cosa igual para la existencia de lo se hablaba. Sin embargo, mi concepción del lenguaje cambio con el tiempo; me di cuenta que el lenguaje tiene como toda cosa humana, sus imperfecciones. Una de ellas es la palabra “nada” que proviene de la palabra latina “nihil” que significa literalmente eso, nada. Con todo, desde el punto de vista de la Filosofía del lenguaje se colige que la nada es un error conceptual. Esta palabra quiere designar la ausencia absoluta de algo, su inexistencia. Empero, la inexistencia de algo carece de ser. El solo tratar de pensar en la nada nos lleva a un callejón sin salida que un maestro mío, dijo que solo si Dios existiera, él podría crear la nada, dado que no tendría como Dios impedimento alguno. Yo, no voy tan lejos. Creo, a partir de la Filosofía, la Lógica y la Ontología que carece de sentido hablar de la nada. En lugar de ello si se usa el término “ni uno solo” u otro equivalente se salvaría dicha situación. Tengo presente que la palabra nada se ha arraigado en el uso diario y resulta por tanto, más cómodo usarla. A pesar de lo anterior, como estudiante de Filosofía me inclino a dejar se usar conceptos que no hacen referencia a cosas existentes y con verdadero ser. De la palabra nada proviene la palabra “nadie” con las mismas observaciones y consecuencias filosóficas de existencia. De lo que no existe realmente no se puede hablar cosa alguna.
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