Los
panistas tienen una concepción torcida de la realidad. Mezclan la política, el
gobierno, la teología, sus prejuicios y toda una serie de equívocos al punto de
no distinguir entre Estado teológico y Estado laico. Imaginan que dicha separación
es una aberración y en sus más locos anhelos sueñan con fundir de una vez y
para siempre ambos Estados, quedando el teológico por encima del laico. Están
dispuestos a realizar todo tipo de locuras, genocidios, asesinatos y todo
aquello que sea necesario para imponer su “Humanismo Cristiano”, “El reino de
Dios en la Tierra”. Con ello, todo lo basan en la voluntad divina y creen
falsamente que eso se cumplirá. No fue causalidad que hayan perdido la
presidencia, de antes estaban ellos perdidos.
Calderón
dejó hecho un desastre todo lo que tocó al punto de que apenas comenzamos a
pagar sus delirios, egolatría, su adolescencia. Han salido ya diversas personas
que se les imputaban delitos graves y que calan muy hondo y para mal en la
sociedad. Es un mensaje de que en México no hay un mínimo de justicia de
cualquier especie. Felipe Calderón cuyo verdadero nombre es: FELIPE DEL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS CALDERÓN HINOJOSA, siempre ha sido un fanático religioso que
no le importan las consecuencias en los demás porque encuentra siempre
justificaciones de tipo religiosas. Los muertos eran necesarios, los daños
colaterales son inherentes a la seguridad, los inocentes muertos son daños
colaterales, eran delincuentes y así por el estilo.
El
caso de Florence Cassez es responsabilidad total del gobierno de Calderón y de García
Luna. Fueron adictos a los montajes televisivos, a los testigos protegidos, a
los golpes espectaculares para ganar buena fama. El caso de Michoacán, el de
Hank Rhon, el de Cassez son solo las muestras más visibles porque hay mucho más.
Allí están los casos de los cinco militares detenidos por la sola voluntad del
todopoderoso Felipe Calderón y que seguirá los mismos pasos que los casos
anteriores. Hasta ahora quedan pocos muy pocos acusados por la administración anterior
dentro de las cárceles. La indignación se ha desbordado por diversas razones,
la más socorrida es por el hartazgo de impunidad. Es justo el reclamo indignado de
los ciudadanos. Con todo, los responsables de todo esto son Felipe Calderón y
sus colaboradores. Hagamos, como ciudadanos, efectiva la frase: “…Y si no lo
hiciere que la nación me lo demande”. Tales fueron las palabras veleidosas que
pronuncio Calderón en su toma y juramento a la Constitución, hagamos efectiva
la rendición de cuentas a todos los funcionarios públicos antes de que huyan. Hoy,
día los responsables de tan mala administración están disfrutando de protección,
de impunidad y del erario que malamente ganaron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario