Los
pueblos antiguos tuvieron que volverse guerreros para poder vivir, convivir y
sobrevivir entre tantos peligros. Los valores que tuvieron que adoptar los
hacia particulares entre los demás. Era la mentalidad los que los hacia
distinguirse en primera instancia y después, la práctica los marcaba.
Los
espartanos adoptaron como virtudes la fuerza para volverse guerreros de elite.
Fueron los primeros en Europa que profesionalizaron su ejército. Los guerreros
desde los siete años eran puestos a disposición del Estado para ser educados en
la guerra, volviéndolos gradualmente los mejores entre los mejores. Su
disciplina los llevo a ser considerados los mejores guerreros del mundo
conocido y lo demostraron, con tan aproximadamente 7,300 guerreros, en las
Termopilas, al detener a los persas durante días a un ejército de alrededor de
200,000 soldados comandados por Jerjes.
Los
únicos que podían sobresalir y obtener una lápida en el panteón lo eran las
mujeres que morían de parto y los guerreros muertos en combate. Creían que se morir
por el Estado era la gloria máxima.
Por
su parte los mexicas tenían los mismos valores. Los jóvenes eran puestos a disposición
del Estado mexica para que se educaran en diversas artes y, para la guerra. La única
forma de que un macegual podía escalar en la pirámide social era sobresaliendo
en batalla.
Entre
los mexicas también el Estado se encargaba de su educación en todas las artes y
en la guerra. Su educación era muy rígida para inculcarles las virtudes de
valor, de decir la verdad, de sacrificio y todas las virtudes que fueran
menester para la grandeza del Estado.
La
única forma de que las mujeres mexicas fueran canonizadas era si morían de
parto; se volvían divinas y sus cuerpos eran deseados al punto de tratar de robárselos
o mutilarlos para adquirir sus poderes. Los guerreros se robaban el dedo corazón
de la mano izquierda para ponerlo en la rodela y con ello creían poder ganar en
combate.
Los
guerreros solo podían ir al cielo si morían en batalla o muertos en sacrificio
por los enemigos. Se imaginaban una especie de edén donde había arboledas,
bosques y las ofrendas que les obsequiaban los vivos, donde los guerreros moraban
y después de cuatro años de viajar con el Sol se tornaban pájaros de diversas
clases y volvían al mundo material.
Los
mexicas en menos de 200 años habían conquistado todo el centro de lo que hoy,
es México hasta llegar de mar a mar y hasta Guatemala. Dos pueblos unidos por
las virtudes, disciplina.
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