La
entrega que le hizo el Congreso Estatal Michoacán, al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas,
de la medalla “Bicentenario de los sentimientos de la nación” debe ser vista
como un logro de familia y personal. Sin embargo, es lamentable que los políticos
mexicanos y en el caso particular hagan actos en apariencia plausibles mientras
someten al pueblo mexicano al yugo neoliberal.
Esos
sentimientos de la nación son hermosos porque reflejan los deseos de nuestros
antepasados como nación, hoy, son letra muerta, ideología pura para perpetuarse
los políticos como casta divina e impune. Son voraces con los bienes y
servicios públicos que a toda costa van
a privatizar. No les importan los reclamos populares ni la sangre que derramen
sino única y exclusivamente superar a Santa Ana. No tienen la mínima vergüenza
de sus actos viles. Los políticos mexicanos son los lobos de los mexicanos.
Los
sentimientos de la nación de aquella época eran por constituir un Estado libre
del poder político de España y de cualquier otro Estado colonialista. Los
sentimientos de la nación mexicana hoy son por no caer totalmente bajo el yugo
de las empresas privadas nacionales y extranjeras, del poder político que han
logrado los burgueses a través de lo económico. Esos son los sentimientos
actuales.
Es
una vileza lo que los políticos mexicanos están haciendo, venderse y vender lo público;
lo primero es una decisión personal, lo segundo una canallada bien preparada y
orquestada por este gobierno a través del Pacto por México.
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