miércoles, 3 de julio de 2013

ELECCIONES EN PUEBLA


En Puebla se han encumbrado las peores personas en la política. Los dos candidatos con más posibilidades de ganar la presidencia municipal, Enrique Agüera del Partido Revolucionario Institucional y Tony Gali del Partido acción Nacional, se han atacado encarnizadamente sin tener el menor escrúpulo. Ambos hacen señalamientos recíprocos de corrupción.

Enrique Agüera se enriqueció inexplicablemente durante sus gestiones como rector de la Benemérita Universidad autónoma de Puebla y, a Tony Gali se le atribuye despojos a campesinos con métodos legaloides. Si el primero gana el Partido Revolucionario Institucional pondrá nuevamente sus garras en lo público para tratar de imponer el totalitarismo como forma de gobierno; si el segundo gana será una pieza clave para la construcción de la candidatura del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

Los señalamientos de corrupción que se hacen, el candidato del PRI y del PAN solo puede entenderse si y solo si, se toman ambas posturas como ciertas. Gane quien gane quienes saldrán perdiendo serán los habitantes de la ciudad de Puebla y eventualmente del Estado. Mientras el pueblo de México trata de imponer la democracia y el Estado de Derecho, los políticos tratan de todas las formas posibles de someter a ese pueblo que dicen servir.


La muerte del ex rector Samuel Malpica no puede desligarse de las elecciones en Puebla. ¿Quién o quienes tenían interés en matarlo y quien o quienes se beneficiaron con su muerte?. El mensaje es claro: los ciudadanos no deben cuestionar, investigar o poner a la luz pública la corrupción imperante entre los políticos en Puebla. En estas elecciones se debe elegir entre ser gobernado de manera sumisa o la tumba. 

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