sábado, 13 de julio de 2013

COMIDA E IDEAS


En las redes sociales ha circulado que en China se vende carne caducada hace más o menos cincuenta años. Esto ha sido un escándalo mayúsculo. ¿Cómo es posible que durante tanto tiempo estuviera almacenada la carne y no se hubieran percatado de la caducidad?, o ¿cómo es posible que aun a sabiendas del mal estado de la carne se haya puesto a la venta? Esto, como se le vea a es una acto que pudiera ser un crimen. Es justa la indignación y el escándalo. La gente debe estar atenta a los hechos y denunciarlos públicamente para corregir esos males.

Ahora bien, me sorprende que con relación a las ideas caducas y obsoletas no pase lo mismo. ¿Qué tienen las ideas equivocas u obsoletas que se arraigan tanto en nosotros?, quizá sea porque ya hechas no son fáciles de destruir, quizá sea porque cada generación les da un nuevo cariz o quizá sea por su aparente utilidad o por sernos tan familiares.

Me sorprende que aun en las Universidades se sigan estudiando ideas viejas, obsoletas y que haya seres humanos que a pesar de ver que son ideas inservibles y erróneas les insuflen vida y quieran a toda costa darles vigencia. Me resulta risible ver como se quiere aplicar las ideas estéticas para la moralización del pueblo o el racionalismo a lo Hegel de manera acrítica. No dudo de la genialidad de Schiller o de Hegel o de cualesquiera otros grandes pensadores. Con todo, sus sistemas filosóficos no deben tomarse como recetas de cocina y menos querer aplicarlas a la realidad mexicana a tontas y locas.

Últimamente, me he topado con nuevas generaciones de profesionistas de la abogacía que andan por el mundo orgullosas de su formación académica y de su saber, mismo que se les hace de ¡excelencia!.  Es lamentable que la educación universitaria en Puebla este tan de bajo nivel. Bien se puede aplicar la mayéutica de Sócrates y ver las reacciones de estupor, de violencia verbal o de miradas cargadas de ira, cuando descubren que no saben un carajo de Derecho o de cualquier otra profesión.

También contra las ideas obsoletas deberíamos poner el grito en el cielo, son por decirlo en este contexto, la comida de la menta humana.



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