sábado, 6 de julio de 2013

CAMINOS MISTERIOSOS DEL MITO

¡Oh, aun bajo este cielo

plomizo el buen Dios brilla!,[1]

mientras un pequeño rayo

 de luz rompe el horizonte.[2]

De común se cree que los pueblos que tienen como creencia y práctica el protestantismo son la máxima expresión de humanidad y éxito que se pueda dar. De común también se cree que poseen las verdades a puños (mejor dicho con los puños) y que no hay un plus ultra. Sin embargo, hay que tener la mirada larga, lejana para ver el recorrido de la máxima vieja idea teológica seguir conduciendo la vida.

Calvino y Lutero son la base teológica del capitalismo en todas sus expresiones y los políticos astutamente tuvieron a bien esconder las verdaderas intenciones de ese nuevo concepto del “haga lo usted mismo”.

Se dijo entonces que no eran ya aceptables las interpretaciones teológicas como dogma y por autoridad y que todo el mundo (el que quisiera) podía dar su interpretación libre de la Biblia, es decir, se hizo al Dios cristiano a modo y se puso a la mano de cualquiera. La libertad se había conquistado para siempre y se soñaba el lugar en donde poner en práctica tan grande acontecimiento. La vieja Europa[3] no podía ser ese lugar estaba demasiado envilecida. Norteamérica era el lugar perfecto, el lugar donde se podían tornar realidad las utopías. Así, se le llamó “La tierra de los sueños”, “La tierra de las libertades”, hasta convertirse en “El sueño americano”. La palabra “América” sacudió toda Europa. Prácticamente Europa se vació de sus hombre y mujeres más ambiciosos. No cabían en una sociedad cansada, vieja y achacosa.

Un  momento. Los Estados Unidos de Norteamérica se volvieron “América”, siendo que es solo una parte. El viejo método de monopolizar la representación el todo por la parte. Bien, que esto quede por el momento en suspenso.

Bien, hombres y mujeres pusieron manos a la obra y fundaron Los Estados Unidos de Norteamérica bajo el principio de que había un designio divino en todo ello. Con la Biblia en mano se juramentó esa fundación. Con todo, los planes no marchaban como querían. El sur era esclavista[4]. La pugna se resolvió con un baño de sangre[5]. A partir de allí la locomotora norteamericana ya no iba a parar su carrera sino a acelerarla. Vinieron los grandes hombres que transformaron toda la industria: los Rockefeller, los Morgan, Ford y tantos otros que sería largo de enumerar y no pretendo dar una lista de mercado, aunque se hable de capitalismo. El suelo americano estaba produciendo a plenitud.

Un momento. Si la idea era atesorar el mayor capital posible. ¿Por qué estos hombres inmensamente ricos se volvieron altruistas?, ¿será que el capitalismo los humanizó?, o ¿sintieron la inutilidad de lo meramente material?, Esto es demasiado para un latinoamericano. Dejo la última palabra para el lector.

Cosas muy grandes han logrado los “americanos” y parece que seguirán liderando a la Humanidad. No obstante, el buen mito se construyó bajo la idea teológica de Dios. Se esclavizó a los ambiciosos con tal idea, se les dio un compendio de mitos y el derecho divino de tiranizar a los demás seres humanos. Todo en nombre Dios.

Los estadounidenses han logrado alcanzar lo mejor en lo material pero han ahondado el nihilismo con ese híper consumo. Han parafraseado a Descartes feamente “Consumo, luego existo”. Eso es lo que el mundo entero les reprocha, no haber avanzado un ápice en lo humano sino todo lo contrario. Los mismos americanos no sospechan ser esclavos de una idea teológica. El Principio-Primero-De-Todas-Las–Cosas aun duerme y despierta en la nación más avanzada en ciencia y tecnología.

En Latinoamérica nos arrodillamos para pedirle al buen dios nos de todo, los americanos se sientan a la mesa y dan las gracias al mismo buen Dios por alcanzar todo lo material.

Ahora bien, quiero dejar en claro un aspecto biológico de mí. No tengo parentesco directo alguno con Bin Laden ni con Villa[6], pero si en cuanto a pertenecer junto con ellos a la Humanidad. Otro rasgo más, es que tampoco tengo la misma ideología política ni de acción. Tan solo hago monólogos y soliloquios porque a pesar de todo En Dios Confiamos.

Eso es todo amigos[7], en este buen sábado[8].




[1] Referencia irónica a la necesidad y costumbre de divinizar la naturaleza en primer plano y haciendo referencia a Febo (El Dios de escogido por Sócrates, dado que todo alumbra)
[2] La razón asomándose.
[3] La ideología de la  autoría de la creación de la ciencia, civilización y cultura empleada para la dominación de otros pueblos con características distintas. 
[4] Rasgos medievales del modo de producción existente en el sur de los Estados Unidos de Norteamérica y que era un obstáculo para su desarrollo capitalista. 
[5] La guerra de secesión.
[6] La satanización que hacen los imperios a toda persona critica.
[7] Referencia a la despedida caricaturesca de un cerdo.
[8] Se refiere al sábado de resurrección, en este caso, de la razón como contraposición al mito. 

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