viernes, 9 de diciembre de 2016

PRIMERO Y ÚLTIMO




El primer y último bastión que deben conquistar con su libertad las mujeres es el religioso. En las religiones las mujeres son tratadas como seres humanos de segunda, tercera o cuarta categoría. Sin embargo, al parecer han dejado postergado este rubro para la eternidad. Se sienten tan bien con su masoquismo que son incapaces de levantar un dedo en contra de esta fuente de rebajamiento humano. Se les hace que las formas indignas de vida revestidas de santidad son lo mejor que les ha pasado en sus vidas.

Basta ver una mujer religiosa para ver un sádico a su lado. Que forma tan enferma de vida. En este rubro todo feminismo es chato, romo pero siguen hablando de equidad de género, evitando embestir contra la base de la desigualdad. Es de risa esta lucha perdida.  


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