Los
legisladores mexicanos están tan entusiasmados por otorgar más facultades al
presidente de la república a efecto de poder decretar estado de excepción de
acuerdo a las reformas que pretenden llevar a cabo. Esto podría tomarse como un
intento de poner orden y paz entre la nación mexicana. No hay tal. Se trata
simple y sencillamente de otra medida autoritaria y que da bases para la represión,
la violación de derechos humanos y garantías individuales con toda impunidad.
Los
males que padece la nación mexicana, tienen diversos factores pero uno de ellos
y de no menor importancia es, la enorme corrupción y colusión con la
delincuencia organizada por parte de los órganos del Estado mexicano. No hay órgano
o dependencia que no esté infiltrada por el crimen organizado. Los casos de corrupción
e impunidad de los servidores públicos es la constante sin que se les aplique
la ley en su justa dimensión.
Ahora
bien, el Estado de Excepción no va encaminado a la delincuencia organizada sino
contra la población civil con el fin de controlarla, intimidarla y reprimirla
con toda la impunidad amplia posible. Se podrá criminalizar las
manifestaciones, los bloqueos, las marchas, la libertad de expresión, la libre asociación
y el libre tránsito y todo aquello que se considere perturba la paz pública. En
efecto, el Estado de Excepción no se impondrá en los lugares donde el gobierno
mexicano está ausente, es decir, en el territorio ocupado por el ejército
zapatista, los territorios ocupados por la delincuencia organizada.
En
lugar de poner límites a su propia corrupción e impunidad los diputados se
lanzan a escudarse tras una aparente actividad legislativa benéfica para el
pueblo. Este tipo de actos legislativos, en caso de llevarse a cabo, solo
lograran incentivar el descontento social y la violencia. La ignorancia, la ambición,
la corrupción e impunidad de los legisladores no tiene límite y solo muestran
ser verdaderos enemigos de los mexicanos comunes y corrientes. Proponer leyes
de este tipo, no son más que provocaciones a la violencia general. Estamos ante
una dictadura de partidos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario