viernes, 23 de diciembre de 2016

FANATISMO



La mayoría de la gente no quiere la realidad, repudia la verdad, prefiere adherirse a una marca a un equipo de fútbol, a la idea de un dios pero nunca a la realidad. La idea de los dioses ha ido perdiendo, paulatinamente, adeptos; en consecuencia la gente que ignora la verdad se une a una maca de supuesto prestigio para gozar personalmente de ese prestigio. Lo mismo pasa con los fanáticos de los deportes; se unen a un club y son capaces de defenderlo con tanta pasión como los fanáticos religiosos. En este punto no son diferentes.  

La ignorancia, la pequeñez hace que de la misma manera que los anteriores fanáticos se unan a la idea divina o deportiva, los seres humanos se unan a un partido político y defiendan hasta con la muerte, su muerte las diversas ideologías partidistas. Se cree a ciegas que se es racional porque se miran las épocas pasadas como bárbaras y pensar esto nos hace sentir superiores a nuestros antepasados; sin embargo, la barbarie y el fanatismo solo mudan de formas pero no desparecen.

Pero, ¿realmente unirse a una marca, a un equipo de fútbol, a una religión o, a un partido político hace grandes a las personas?, no, de manera alguna son estructuras piramidales que tienen  a las mayorías como simples fuentes de poder para los que están en la cúspide. Y, se les debe mantener a las mayorías bajo este engaño de grandeza; en caso, contrario, adiós bases para las cúpulas. Por desgracia este engaño es la base usada por las televisoras y los medios de comunicación. Los seres humanos de hoy, son tan manipulados como los de hace dos mil o tres mil años.


Por otro lado, cuando se cree que la verdad está fundada en la fe, se está renunciando a lo que caracteriza a los animales racionales llamados, humanos de los demás parientes suyos; el uso de la razón. Por ello es más común decir “disfruta la vida” que “piensa la vida”. Se ignora que es más gozoso vivir la vida pensando. Pocos gozan de su racionalidad.   


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