jueves, 22 de diciembre de 2016

EQUIDAD DE GÉNEROS



La lucha a favor de la equidad de géneros será un valiente fracaso mientras no se libere de toda religiosidad. La teología siempre tiene a las mujeres en segundo y ulteriores grados. El origen de raíz del machismo proviene por ejemplo en el catolicismo en el mito (cuento) de que la mujer es solo una compañera del hombre sacada de una costilla y que por ello, en el mejor de las románticas posturas debe estar bajo el brazo del hombre en calidad de protegida da paso a la más brutal realidad, la denigración de la mujer y su sometimiento al hombre en las formas más bárbaras.

Las mujeres en el catolicismo ocupan siempre lugares secundarios, son gregarias de los hombres. No tienen un fin propio por mucho que luchen. Se les educa para ocupar el lugar de las vejaciones y se les torna masoquistas y, a los hombres sadistas. No me sorprende la violencia contra las mujeres sabiendo el origen casi inamovible de su posición en la teología, en el engaño. Sin embargo, la mayoría de las mujeres se dejan llevar por la tradición y por todas las sanciones morales y sociales que conlleva la liberación de su condición inferior social, económica y política. Para ellas es mejor vivir en la eterna ilusión moral de estar haciendo lo correcto (dios así lo manda), que pasar por el víacrucis de ser tildadas de solteronas, pecadoras, divorciadas, dejadas y un sinfín de obstáculos psicológicos y reales. 


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