Un
problema que trajo el cristianismo y que se ha combatido con poco éxito y que
es fuente de infelicidad, lo es, la idea cristiana de que los seres humanos
(hombres y mujeres), solo tienen como fin último y único, el matrimonio con los
hijos que Dios mande. Esto, que parece natural, dulce y muy atrayente no es,
más que una engañifa vulgar. Los seres humanos no deben tener como única opción
el matrimonio y la procreación; ya hay en el mundo más de siete mil millones de
seres humanos con todas sus consecuencias económicas, sociales, de seguridad
pública y en todos los rubros de la vida. Ahora bien, es falso que los
gobiernos se preocupen y ocupen del bienestar de sus gobernados. Les importa un
comino que miles vivan en la desgracia o mueran de hambre, enfermedad o
violentamente; ya sea a manos de los criminales o de los gobiernos mismos. Todo
lo que el gobierno dice con gran estruendo es demagogia, palabrería vana.
A
los burgueses les encanta la idea de los números grandes para sacar cuentas de
cuanto podrán ganar en tal o cual día. Cada vida está reflejada en las bolsas
de valores; representadas por números fríos que fluctúan y se encaminan a
determinadas cuentas para hacer salir a sus dueños en Forbes. Que banalidad y
eso se cree que es la vida.
En
el campo de la teología se vocifera la salvación de un error metafísico usado
como cebo, el alma. No sé, que clase de contadores mágicos tienen para llevar
el número exacto de almas salvadas. Sin embargo, mucho me temo que se hayan
perdido más vidas humanas por la acción perversa de los religiosos que los
beneficios aportados. Francamente es, muy significativo encontrar a los
teólogos gordos y sonrosados y a los fieles hundidos en la ignorancia y la
miseria en casi todos los rubros de la vida. El día que los teólogos reconozcan
toda su maldad ese momento, el mundo habrá avanzado un paso gigantesco hacia la
moralización sana de los seres humanos. Pero no; “Creced
y multiplicaos” claman deliciosamente; hasta que este mundo esté tan lleno de
infelices que se tenga que re-escribir el verdadero infierno terrenal. Dante se
estremecería ante la sola visión de este mundo contaminado por todas partes y
con los modos inimaginables que van surgiendo ante el desarrollo industrial.
Si,
los teólogos han estrechado la vida hasta lograr que los seres humanos (la gran
mayoría) solo tenga el negro precipicio del matrimonio como solución a la vida
con la procreación de millones destinados a una vida desgraciada. ¿Qué les
queda a los seres humanos después de tener ya fija la idea del matrimonio y un
hogar lleno de bullicio?, la infelicidad. Claro que esta no es la única causa
pero la pongo como una de las más importantes pero que además es, manipulada
para tenerla como el único objetivo en la vida. Siempre
han tenido la visión más oscura de la vida
aunque astutamente proclamen amor; un amor fingido, falseado y
nocivo, claro.
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