El
híper individualismo es la consecuencia lógica e inmediata del Neoliberalismo.
El liberalismo se inició en el seno de la Edad Media y dio la cara en el
Renacimiento con el mercantilismo en las ciudades Estados italianas. Los
pensamientos de Calvino y Lutero preparan el camino hacia la liberación de los
seres humanos del feudalismo. Los avances del industrialismo rompió junto con
otros factores los gremios hasta en donde entonces se había refugiado, tanto
social como psicológicamente los seres humanos; la liberación llegó y la individualización
se hizo patente. Los seres humanos ya no estaban del todo sujetos a la moral
impuesta por los teólogos de la cristiandad. Inglaterra se separa del yugo
Vaticano.
Los
Estados nación, en donde se impuso la teología luterana, anglicana o
protestante vieron pronto que la liberación de los seres humanos era fructífera
ya que se podía auto imponer una moral libre de ataduras con referencias a que la Divinidad miraba con buenos ojos el
trabajo arduo para ser autosuficiente. Los seres humanos ya no deberían esperar
los milagros de Dios sino proveerse por sí mismos de los bienes y servicios
necesarios. Por el otro lado, los católicos seguían ciegamente la moral
impuesta, en pasividad y en espera de que la divinidad haga el milagro de
proveer todo lo necesario aunque de suene todos los días el “Ayúdate que yo te ayudaré”
como norma ética. Sin embargo, son dos maneras de pensar y de actuar radicalmente
diferentes. Con la caída del Socialismo Real el Neoliberalismo, es decir, la híper
individualización se ha ido imponiendo en todo el mundo de manera asimétrica y
en grados diversos. No es, la misma híper
individualización en argentina o México que en Inglaterra o los Estados Unidos;
ni siquiera entre las naciones el grado es uniforme dadas las condiciones
sociales, económicas, políticas y concretas de cada individuo. En México los campesinos,
obreros y clases marginadas padecen el híper individualismo de manera ciega y
aun, puede decirse que muchos ni siquiera han entrado en esta etapa. La razón,
es que apenas se están aprobando las normas jurídicas para imponer la híper individualización.
Se
dice que en la propaganda oficial que no hay otra forma de enfrentar la enorme
pobreza y dentro de esa sofistiquería hay una verdad ineludible; no es posible,
sustraerse a la época ni al impulso avasallador del Neoliberalismo y no es
posible, porque tal y como se preparó el pensamiento en el Renacimiento del
Liberalismo, se preparó el pensamiento para el Neoliberalismo en esta Híper-modernidad;
son pocos los mexicanos que tienen consciencia del momento histórico en que
viven; los demás padecen como se padece una enfermedad ese momento histórico.
Es
muy significativo que ni siquiera el propio Miguel Barbosa hay logrado entender
a Lipovetsky en el conferencia que este filósofo francés dio por parte del
Instituto Belisario Domínguez, el pasado el catorce de julio del dos mil
catorce, bajo el título “Desafíos del individualismo contemporáneo: una vida pública
y privada”; en los comentarios que iba publicando el presidente de dicho
instituto, manifestaba que el tema era sobre “Postmodernismo” cosa errada. Sé
que no es fácil entender la filosofía y menos viniendo de uno de los autores más
representativos sobre la Híper modernidad y menos si no se tienen los estudios
solidos sobre el tema; sin embargo, es de lamentar que ni siquiera los
legisladores que allí estuvieron presentes tuvieran la atingencia de
documentarse.
Volviendo
al tema y allí radica la flaqueza de los representantes de los órganos del
Estado mexicano; se debe decir que, si bien no se puede evitar el
Neoliberalismo y la híper-individualización si se puede y es menester que se
implante por lo menos con reglas claras y bajo la democracia, y, no como se está
imponiendo, en contra de los intereses del pueblo mexicano, sin combatir la corrupción
institucionalizada y legislando con claro oscuros que solo benefician a los
monopolios.
El
único pensamiento que tiene los representantes de los órganos del Estado
mexicano (Legislativo, ejecutivo y Judicial), es, que todo se privatice a tontas y locas sin que ellos, tengan la mínima
responsabilidad por los desastres cometidos y mantengan sus enormes sueldos con
la mínima eficacia en la ejecución de sus facultades.
Es
lamentable que tampoco los intelectuales mexicanos vayan a la profundidad del
tema en bien de la nación mexicana. De los partidos políticos no se puede pedir
ninguna cosa positiva; la derecha es perniciosa, el priismo pragmático y la
izquierda esta atolondrada al punto de confundirse con los otros dos partidos cuando
no fundirse con los deseos del gobierno federal. En todo momento hay forma de
corregir el rumbo y los excesos pero para ello se debe saber por lo menos en
que época se vive y mucho me temo que hoy, hasta eso se ignora.
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