jueves, 3 de julio de 2014

ESTADO APÉNDICE



El Estado mexicano (Territorio, gobierno y población) parece que le queda un largo camino para consolidarse y una corta vía para ser un anexo, un apéndice de la Casa Blanca, del Fondo Monetario Internacional o de las grandes trasnacionales. Cierto que el pueblo consciente resiste los brutales embates de estos tres entes.

Ahora bien, no se puede escapar a la época. Inevitablemente se pertenece a un determinado periodo de tiempo. El lugar para vivir, por el contrario, se puede eventualmente cambiar. Vivir en una era es aceptar se quiera o no la forma general de vida, los usos, los gestos, los vestidos, el particular sentir general y de cada región, es comportarse según se acostumbra, es producir y sentir la música y el arte de manera particular, es pensar como respuesta a lo inmediato y vivir bajo la forma de gobierno existente.

En nuestra época, sin embargo, la forma de gobierno a la que todos los pueblos aspiran es, la de un gobierno que respete las garantías individuales y los derechos humanos. Esto está íntimamente ligado al sistema económico y político. El gobierno de un estado que no vele por estos dos rubros está destinado a fracasar en todo lo positivo.

La nación mexicana (y aquí quiero hacer la separación entre Estado y nación) ha intentado por todos los medios de constituir un estado independiente, hasta donde se puede serlo; con cortos momentos de triunfo (la independencia, la guerra contra Francia, la revolución) muy caras para la nación pero dolorosamente satisfactorias y, largas temporadas de pax impuesta, ya por el porfirismo (más de 30 años) o por el partido único de Estado-PRI (más de 70 años más el anexo que corre). Claro el priismo de antaño no es el mismo que el actual. El primer largo periodo de priismo fue cerrado hasta donde pudo, el segundo y actual es abierto, esto tiene sus consecuencias enormes. El  viejo priismo era una tiranía implacable que mantenía el control a través de aglutinar tres grandes sectores: el campesino, el obrero y el popular; el actual, ya solo mantiene y tiene tres cascarones de esas tres grandes formas de control. Claro que había formas brutales de control de todo tipo que son ya muy conocidas. Volviendo al tema, se ve que actualmente al priismo no le importan estos sectores como no  sea para mantenerse en el poder político; el destino de los obreros, campesinos y sector popular incluyendo a la clase media está en manos de las grandes trasnacionales, es decir, del Neoliberalismo. 

El patriotismo desplegado por el general Lázaro Cárdenas en donde el Estado era rector de la economía fue cambiado por el actual gobierno de Enrique Peña Nieto como si fuera un mal que debía ser remediado de inmediato. Repito que no pueden los seres humanos evadirse de su época. Las órdenes de privatizar provinieron del Fondo Monetario Internacional, de las trasnacionales, del Banco Mundial y de la Casa Blanca; los priistas y panistas aceptaron de mil maravillas con tal de seguir en el poder político y entrar en el negocio privatizador.

Hay cosas que no se pueden remediar y vivir en la locura mercantilista es una de ellas ni siquiera los de izquierda quieren dejar de consumir. No obstante, lo que sí es deseable y se puede es, cambiar el Estado de Corrupción que gobierna a los mexicanos. Es evidente que, esto no es fácil. Los casi noventa años de tradición democrática al estilo priista y panista, es decir, de franca corrupción no pueden borrarse o corregirse de un plumazo ni por decreto. A pesar de esto, es una posibilidad. Tenemos casos de hecho que nos dan la pauta para aseverarlo y aunque no los hubiera en la realidad; existe el Estado de Derecho en la idealidad, en las mentes de muchos que avizoran nuevas formas pendientes de aplicarse. Por fortuna están los casos de Holanda y suiza por poner solo dos ejemplos.

El actual gobierno está hecho de puro pragmatismo, por tal motivo, está impedido para idear o intuir otra forma de gobierno que no sea la tiranía corrupta que no respeta las garantías fundamentales ni los derechos humanos. Como todo gobierno sin recursos económicos, políticos, educativos y de seguridad publica entre otros, tiene por fuerza que usar de los recursos más viles y derrochar dinero a manos llenas para simular su ilegalidad e ilegitimidad. No puede menos que seguir la misma línea por la que llegó. 

Este gobierno está lleno de políticos de muy corta educación en todos los ámbitos; se han embrutecido con su codicia desbordada y su nula aspiración a los ideales de libertad, de democracia, de justicia, de humanismo y todo aquello que la Humanidad ha postulado como rubros necesarios para el sano desarrollo de ella misma.

La capacidad cognitiva de los gobernantes y políticos mexicanos raya en los grados inferiores y muchos francamente están sumergidos en el puto sensualismo sin lograr siquiera otear que existe el pensamiento metafísico fuera de la teología, la vida misma es esencialmente metafísica pero, para ellos la vida es puro materialismo ingenuo, simplón. Es inútil tratar de sacarlos de ese lamentable estado de turbación, tienen atrofiado el sentido de razón. Para decirlo en términos aristotélicos, están en sempiterna potencia nunca en acto. Les está vedada la inteligencia, solo se contentan y están muy a gusto con su ser simplemente sensitivo. Desprecian la alta educación, el arte supremo, el conocimiento científico y filosófico. Les parece que salir en revistas populares, en la televisión de más baja calidad, declarar sandeces, vestir ropa de marca y evidenciar su corta inteligencia es lo adecuado para la vida. Ni siquiera se dan cuenta de su desgracia permanente que se diluye hacia la nación mexicana, envenenándola. Con ello llevaran al estado mexicano a ser solo un apéndice de una trasnacional, de otro organismo u otro estado.

Este gobierno está ya predestinado al servilismo, dejando al pueblo mexicano en estado de indefensión. Los políticos también están cortados de la misma manera y con el mismo fondo. Para muestra pondré dos ejemplos. El primero, es Peña Nieto, es publica su deficiente educación académica con lo cual le esta negado el pensamiento superior, se mueve en este mundo como por entre nieblas permanentes; el segundo, es Javier Lozano, que no obstante, ser panista trabaja para el presidente gustosa e incansablemente. Si se compara el primero con Nerón, sale airoso el cesar romano, a pesar de su cruenta maldad no tenía las limitaciones intelectuales de Peña Nieto, estaba cultivado en la política, filosofía, el teatro y la música entre otros rubros. Si comparamos a Lozano Alarcón con el traidor y perverso Lucio Catilina, sale airoso el romano; tenía la osadía y la valentía de presentarse al Senado para saber los planes del mismo; solo la intervención de Cicerón salvo la republica pero, en el último momento de su vida mostró que, como noble prefería morir combatiendo con la espada en la mano y no como vive Lozano Alarcón, con estúpida, ridícula y enfermiza actitud pendenciara para con el pueblo. Les falta cerebro y por ende idea de la vida superior. Vivirán más bajo que las plantas ya que si bien andan como ellas con pura vida sensitiva carecen de sus beneficios varios y de la producción de belleza que muchas  plantas producen en insospechadas formas y colores.


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