domingo, 15 de diciembre de 2013

NEO-LIBERALISMO Y POLÍTICA


El Iluminismo como corriente filosófica tuvo como fin hacer que el ser humano hiciera uso de su razón para dirigir su vida y terminar con los prejuicios, los milagros, las ideas dogmáticas y todo aquello que tuviera como fin el sometimiento humano. “Sapere aude” (Atrévete a saber), fue uno de las frases más emblemáticas de la época. Se pensaba que la razón resolvería la mayoría de los problemas humanos. Junto con el pensamiento filosófico iba la práctica económica del liberalismo, mismo que termino con el poder absoluto de los reyes y la clase noble que se creían con derecho de existencia divino. El ser humano se vio gradualmente libre y paso de siervo a ciudadano en el Estado moderno.

La Guerra Fría supuso una pausa en la determinación hegemónica de los dos sistemas en pugna. En 1989 la contienda se termina y el Neoliberalismo inicia solo el camino hacia la dirección de la vida en todos sus ámbitos. Se prepara a los Estados considerados como tercermundistas para servir como proveedores de todo tipo de materias básicas, mano de obra barata y consumidores incansables de los bienes y servicios que los Estados llamados de primer mundo venden.

Sin embargo, se debe matizar el poder del Estado moderno y se debe decir de corte moderno porque el Estado no ha cambiado básicamente al ritmo en que las necesidades de las sociedades y las sociedades mismas han avanzado. Ya algunos filósofos han señalado acertadamente que han quedado a tras la modernidad, la Post modernidad y hemos entrado en la Híper modernidad con sus rasgos propios y diversos de las anteriores épocas. El híper individualismo es u rasgo distintivo de esta era. Otro rasgo, es que el Estado está en su etapa más débil con relación  a los grandes monopolios o multinacionales. Prácticamente el Estado está al servicio de las empresas privadas (Del gran capital privado), y le sirve para privatizar todos los bienes y servicios públicos en pos de la híper ganancia. El consumismo acelerado e incesante es uno más de los rasgos que se padece hoy día.

Si se ve fríamente es el gran capital privado quien gobierna tras bambalinas a los pueblos; los órganos  Legislativo, ejecutivo y Judicial son meros instrumentos de control social con lo cual se da al traste a la democracia como forma de gobierno. Es necesario que los pueblos piensen y reformen el Estado a efecto de corregir los excesos del capital privado. Con todo, parece que los pueblos están poco preparados para tomar la acción política. Múltiples factores sirven de control para que las naciones no se opongan en lo mínimo efectivo al Neoliberalismo. Estos controles van desde programas de televisión totalmente vulgares, de mala calidad, totalmente faltos de buen gusto hasta la propaganda oficial que a todas horas y por todos los medios repite un estado de bienestar que no se ve por ningún lado.

Entre las formas de control social y de distracción está el fútbol. Este deporte de élite se ha puesto como el deporte nacional por excelencia. Los medios de comunicación no dejan de bombardear a la población hasta la saciedad con noticias, estadísticas y partidos hasta lograr un fanatismo imposible de combatir. El caso mexicano es un espectáculo emblemático. La población pobre y sin muchas oportunidades de desarrollo pleno por si misma se ve orillada a colocarse como uno más de los fanáticos de alguno de los equipos que participan en el negocio del fútbol sin que realmente importe como persona sino como fanático consumidor que será capaz de llagar a extremos de poner por delante un simple juego antes que su vida diaria. La psicología impuesta a los fanáticos consiste en hacerlos sentir que pertenecen a un equipo ganador y por ende, ser ellos mismos ganadores aunque sea en este rubro. Se puede ver que mientras mas fracasado es el individuo más fanático resulta ser.

En el fondo de todo esto están los grandes capitalistas que tienen más dinero que todo el pueblo junto. En el caso de México, están los casos de Emilio Azcárraga y Carlos Slim como dueños de dos equipos de fútbol que en este día se han disputado el campeonato. Mientras los fanáticos se enfrentan de diversas maneras y unos festejan y otros sufren la derrota, los dueños de los equipos logran pingues ganancias con base en la locura de los pobres fanáticos enajenados hasta el tuétano.

Los dueños del gran capital nos gobiernan sin el temor de tener que enfrentar directamente el descontento social para eso tienen los órganos del gobierno y la fuerza del Estado, este Estado que ya no responde a los intereses y necesidad del pueblo. Con todo, el pueblo tampoco está consciente y con ánimo de participar en política, con lo cual se deja que la libertad se pierda gradualmente.

Al inicio el Liberalismo pretendía liberar al ser humano para que por sí mismo fuera capaz de solucionar los problemas que vienen aparejados a la vida. Hoy día el Neoliberalismo tiene como fin no la liberación del ser humano sino su sometimiento. Ya se puede contar que algún día la política tuvo como fin la liberación del ser humano y que hoy tiene como fin su servidumbre. Es muy significativo que ya no existan revolucionarios sino solo inconformes, anarquistas o sus equivalentes.

No todo está perdido. La lucha por la reivindicación de lo humano realmente es débil. No obstante, esto, no se debe dejar de luchar un solo día en este sentido y lograr la reforma del Estado para poner coto a la insaciable corrupción de los funcionarios públicos y políticos como punto de partida. Para ello deberá considerarse al fútbol de masas como un medio de manipulación y no un deporte bello y simple.

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