jueves, 12 de diciembre de 2013

LA RELIGIÓN CATÓLICA EL VENENO MÁS EFICAZ


La religión es un veneno que no se debería administrar a los mexicanos sino hasta pasada la adolescencia y con reservas de ser solo mitos. Se debería por empezar educar a los niños con verdades científicas en forma gradual y acorde a cada etapa de sus vidas con la advertencia de que estas verdades científicas no son dogmas y que con posteridad podrían ser reformadas con nuevos descubrimientos. Las artes también deberían ser la base de su educación La duda, el interés genuino por todas las áreas de la ciencia y las artes deberían preservárseles como el tesoro más valioso en su formación educativa.

Por otro lado, véanse los efectos de saturar con fabulas absurdas a las mentes impresionables de los niños, se les saca sutilmente de la realidad para basar sus vidas en mitos que ya nunca se logra erradicar y de allí en adelante se les tiene y mantiene en la más absoluta pasividad, apatía y docilidad para con las figuras de autoridad. Se les arranca las ideas de libertad, salud mental, democracia y de esta manera quedan en la puerilidad fantasiosa de ver manifestaciones de las ideas fabulosas y mitológicas que les han implantado. No importa lo que vean ni lo que la razón les dicte sino lo que la irracionalidad, lo absurdo y hasta la locura les impongan como realidad.

Con esta espantosa realidad se vive a diario que ya no se le considera envenenamiento de la mente sino salvación. A tal grado de enajenación se llega con la religión. Los religiosos nunca llegan a desarrollarse en plenitud, en todo momento sienten presencias metafísicas que los hacen temblar de horrible miedo. Para esos infelices no se puede tener más que lastima. Por todo ello, no se debe permitir tal envenenamiento en los menores para evitar todos los males que ello conlleva. 

Como ejemplo vivo de tal atrocidad se tiene el espectáculo denigrante que se da a la entrada de la Basílica de Guadalupe: personas arrestándose en las condiciones más degradantes bajo la mirada santa de los altos jerarcas de la iglesia. Faltan términos, palabras para calificar esas horribles escenas. Dante solo imagino los tormentos en el infierno aquí se padecen en la realidad.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario