martes, 25 de diciembre de 2012

¿QUÉ ES CIVILIZACIÓN?

                                                               WILLIAM H. PRESCOTT



Cada vez que leo a los historiadores extranjeros no deja de sorprenderme la ambigüedad y parcialidad con que tratan la vida y las leyes de los pueblos prehispánicos. En esta ocasión le corresponde a William H. Prescott, historiador de origen norteamericano (Salem, Massachusetts. 1796-1859) y que escribe la Historia de la Conquista de México.  No es de despreciarse su obra, no, ya que hace un enorme esfuerzo por esclarecer lo que otros miden con moldes europeos con relación a la Nueva España; sin embargo, noto que el mismo deja la imparcialidad y juzga desde su particular punto de vista o fuera del contexto histórico de los pueblos naturales de lo que hoy conocemos como México. Con todo, sigue siendo agradable e interesante su obra. 

Con relación a la forma de gobierno dice que era una monarquía electiva mediante cuatro principales nombrados por su propio cuerpo en el reinado precedente y que al electo debía haberse distinguido en la guerra con excepciones como Moctezuma. Después dice: “Esta forma de lección aunque defectuosa, prueba una política más refinada y previsora de lo que podía esperarse en una nación bárbara”[1]. A mi entender esto es una muestra de la falta de comprensión cabal de la vida de los mexicas. Lo que Prescott tiene como base para tener como bárbaro a este pueblo es su vida dura y llena de derramamiento de sangre en sus ritos. Sin embargo, no tiene en cuenta que los ingleses, alemanes, franceses y demás pueblos al conquistar las tierras de los naturales de lo que hoy son Los Estados Unidos de Norteamérica, no tuvieron escrúpulo alguno en hacer desaparecer a los diversos pueblos que eran dueños de dichas tierras a sangre y fuego. Ahora bien, Prescott no desconocía la Historia y sabía muy bien de las cosas bárbaras que han cometido los pueblos tenidos como más civilizados.

La Historia de los pueblos americanos no se debe calificar desde la perspectiva y cánones de lo que se considera civilizado y a raja tabla. Eso da una visión e ideas poco apegadas a la realidad. Es decir, que el prejuicio de superioridad dicta lo bueno y lo malo.

Veamos otro punto en donde el mismo se sorprende al no encontrar en los pueblos civilizados de la antigüedad, pasando por sus contemporáneos en donde no haya habido esclavitud tal y como la hubo entre los pueblos prehispánicos.

Prescott hace un repaso a las diversas clases de esclavos que había entre los mexicas pero, se vuelve asombrar al descubrir una forma desconocida para los pueblos que él considera civilizados: “Permitíaseles tener (a los esclavos), familia, propiedades y aun otros esclavos, y sus hijos eran libres. Ninguno podía nacer esclavo en México (sic), honrosa distinción no conocida creo en todas las demás naciones civilizadas que han admitido la servidumbre”[2].

Finalmente, mencionaré lo referente a la preferencia que tienen los mexicas por las penas muy severas sobre las morales para la corrección de los delitos: “…se ve en él (Código penal mexica), impresa la severidad, o mejor dicho, la ferocidad de un pueblo rudo, endurecido por la familiaridad de la sangre, y que confiaba más en los medios físicos, que en los medios morales para la corrección de los delitos”[3].  Tal cosa deja muy mal parados a los mexicas. Pueblo rudo que bien puede entenderse como bárbaro, insensible, falto de razón o conocimiento superior de lo moral.

Empero, sigue diciendo nuestro autor: “Sin embargo, muestra (El pueblo mexica) un profundo respeto hacia los grandes principios de moral y un conocimiento tan claro de ellos, como pudiera encontrase en las naciones más civilizadas[4]”.

No deja de sorprender que nuestro historiador no pondere desde que visión hará los juicios y se lance desde la óptica occidental para después tropezar con que hay instituciones más avanzadas entre los mexicas que entre otros pueblos considerados superiores y que dicho pueblo tenga claridad en cuestiones morales. 

Claro que la obra de Prescott no se agota con estos pequeños ejemplos. Por el contrario es rica y extensa, sino más bien pondero que no tuvo en cuenta los contextos históricos, sociales y la diversidad del pensamiento occidental preñado ya de cristianismo y el pensamiento teológico mexica ausente de toda suavidad en ciertos aspectos por cosas totalmente concretas como lo son su ambición de dominio, la dureza de la vida imperante desde el origen de los mexicas y su permanente estado de guerra y conquista y la falta de roce con otras culturas civilizadas como las hubo en Europa y esto, por largo tiempo.



[1] William H. Prescott. Historia de la Conquista de México. Pág. 18
[2] Ibídem. Pág.  24.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd. 


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