Han
salido los últimos catorce jóvenes detenidos ilegalmente por los granaderos del
Distrito Federal, estos son sus nombres:
Rita Emilia Nery Moctezuma
Oswaldo Riguel Barrueta Herrera
Sandino Jaramillo Roja
Alejandro Lugo Moreno
Obed Palagot Echavarría
Eduardo Daniel Columna Muñiz
Carlo Miguel Ángel García Rojas
Roberto Fabián Duarte García
César Llaguno Romero
Stylianos García Vackimes
Daniel García Vázquez
Enrique Rosales Rojas
Jorge Dionisio Barrera Jiménez
La reforma del artículo 362 del
Código Penal para el Distrito Federal permitió que bajo la exhibición de
fianzas pudieran salir y seguir el trámite de su juicio en libertad ante el
Juzgado 47 de lo penal del Distrito Federal.
En mi experiencia personal es
la primera ocasión que me toca vivir una reforma en materia penal en favor de
personas sujetas a proceso y, eso marca a mí entender, un significativo avance al
respeto de los derechos humanos de las personas. No es, como lo quieren hacer
parecer los conservadores, una reforma a modo en beneficio de los delincuentes.
En el caso concreto es evidentísimo que las imputaciones que se les hicieron a
todos los detenidos y en especial a estos últimos catorce no tienen asidero
real ni legal. Simple y llanamente no se configura el delito de ataques a la
paz pública en las conductas de estos jóvenes. Es claro que hubo tal delito
pero no fue cometido por los procesados.
Esto nos lleva a dos cosas; la
primera, es que el gobierno del Distrito Federal fue y es, incompetente para hacer
las detenciones de una manera clara y legal; segundo, pretendió criminalizar a jóvenes
inocentes. Ahora bien, quien tenga sano juicio no podrá dejar de observar las
consecuencias de tales hechos. La más grave es querer, por parte del gobierno sofocar
con métodos violentos, propios de un gobierno tiránico, las justas y legales
protestas contra un régimen ilegitimo e ilegal. No solo es grave dicha represión
por ser contra jóvenes sino la calidad de los mismos. La mayoría tienen la
calidad de trabajadores, estudiantes de calidad y de buenos ciudadanos. Es
evidente que el gobierno del Distrito Federal deja una mala impresión en sus actuación
del pasado uno de diciembre del dos mil doce. ¿Quiso ser servil a Peña Nieto?, ¿hay
entendimiento entre el gobierno del Distrito Federal y el de Peña Nieto?. Todo nos
hace colegir que así es. Sin embargo, una cosa es segura, se quiso poner un
claro ejemplo de que los gobernantes no quieren que los ciudadanos exijan sus derechos
políticos. Se nota claramente que en México el gobierno en los tres niveles no
sabe y no quiere respetar los derechos humanos y sujetarse a la democracia. Gobiernos
de izquierda, de derecha y centro, es decir políticos de todas clases formales creen
falsamente que ellos son los únicos que saben lo que es bueno y malo; que los
ciudadanos están destinados a obedecer y ellos a gobernar a capricho. No
entienden y menos quieren que se imponga lo que es la democracia. La soberanía reside
en el pueblo y por ende, es el pueblo el que tiene que mandar y los servidores públicos
obedecer. Claro, no quieren sujetarse a la responsabilidad de gobernar, quieren
solo disfrutar del poder irresponsable y hacerse tan ricos como lo permita su ambición
desmedida.
Dice Mancera (permítaseme llamarlo
así), que su gobierno, es decir, él, no es represor, eso no solo no está claro
sino que si se analiza su actuación se llega a la conclusión de que si lo es. Días
anteriores dijo que las detenciones estaban apegadas a Derecho. Hoy quiere ganarse
la simpatía del pueblo con bonitas declaraciones, no, eso no, solo pedimos que
se sujete a las órdenes del pueblo, a la soberanía del pueblo, a la democracia
y no sea comparsa de Peña Nieto. Está a tiempo.
Ahora bien regreso al porque si
es correcto y legal desde la Constitución General la reforma hecha por los legisladores en el Distrito Federal, ya que casi todos los conservadores están rasgándose las
vestiduras. Preceptúa el artículo 14 constitucional:
Artículo 14. A ninguna
ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.
La prohibición es en perjuicio,
no en favor de los ciudadanos que estén sujetos a un proceso jurídico. Javier
Lozano y cualquier conservador, donde quiera que estén les digo que son
despreciables en casi todo lo que hacen. Solo en la sujeción a la democracia y
el repudio de su ñanguería los salvaría.
Quiero hacer un homenaje a los jóvenes
que estuvieron injustificadamente presos y que injustificadamente están sujetos
a un proceso de mero trámite pero que les repara molestia y una humillación que
no merecen. No lo hago por simple sensiblería, no, lo hago porque se lo
merecen; en especial a la joven Rita Neri. Joven valiente que pasará a la
historia como símbolo de la represión y valentia en México de un gobierno insensible. ¿A qué
vejaciones no fue llevada?, ¿Qué no tuvo que pasar y soportar ella sola?. Es
una vileza de los gobernantes, por el lado que se le quiera ver, lo que se ha
hecho y se hace con una mujer joven, sana y buena ciudadana.
Estos catorce jóvenes, lo mejor
de nuestro México –por ser jóvenes valiosos, entre muchos otros- han soportado
y allí su mérito, todo el peso de este gobierno represor y tiránico. Son el símbolo
de una nación mexicana emergente con nuevos valores, con nuevas perspectivas, con
ideas renovadas. Su candidez me conmueve, no por ser solo candidez, me conmueve
por su inocencia sincera, sin maquillaje, por su valor insospechado para todos,
incluso para ellos y su perseverancia a “pesar de”.
A todos nuestros jóvenes querámoslos,
defendámoslos, protejámoslos, aun a costa de nosotros mismos. ¿No les hemos
dicho que son el futuro de México una y otra vez hasta el cansancio?, no
neguemos con nuestras acciones nuestras palabras. Que se termine la vileza
mexicana fomentada desde el gobierno y seguida por nosotros. Tenemos dos caminos,
el que nos muestran estos jóvenes y el nuestro. El nuestro es oprobioso en
mucha medida, el de ellos deberá ser sopesado en el futuro. Dejemos que hagan
lo suyo con las bases que nos han mostrado. No es una cosa simple la que
tienen, es, la base de la vida misma pero vista de otra manera, más limpia, más
sincera, más rica y yo diría superior a lo que se ha hecho, querido y podido en
México.
En estos catorce jóvenes se ha
expiado la culpa nacional de la cobardía, del conservadurismo, de la falsa
comodidad y de la falsa justicia. Dice Séneca que ganar sin peligro es ganar
sin gloria. Estos jóvenes han pasado el peligro, han ganado con gloria. Atrevámonos
nosotros a hacer lo mismo, a ponernos en peligro, a ganar bajo este símbolo
valioso.
Donde quiera que estén, un
reconocimiento a estos valerosos jóvenes por enseñarnos lo que es valor, por
exigirnos pensar sobre los valores, la ontología y un camino posible.
Muy emotiva la carta y mi total apoyo y solidaridad a todos los jovenes que se encuentran y siguen recluídos a causa de un sistema politico, social y económico, que les ha negado oportunidades.
ResponderBorrarDifiero en algunas cosas, amo a mi Ciudad y no creo sinceramente, que el monumento a Juárez o mis calles, mis explanadas, sean "poderes fácticos", para que estos puedan ser pintarrajeados; el derecho a la Ciudad es un derecho de todos y debe de hacerse exigible, contra quien atente contra nuestra ciudad; si hubo vandalos que creyendo destrozar a un establecimiento mercantil o con mentadas de madre caería el sistema, es realmente infantil y reprochable. Nada peor que la impunidad de quienes lo hayan hecho, no hayan sido procesados.
Creo que la protesta politica se debe innovar, debe de combatirse con inteligencia, aceptar evidencias cientificas y dejar un poco el romanticismo dogmático de muchos de sus militantes. Estoy conciente y seguramente coincido contigo, de que resulta necesario tener una población activa y crítica frente a la corrupción y el autoritarismo, pero cualquier acción de lucha, debe ser en forma innovadora y efectiva.
Como abogado que soy, sólo le pido a los recien liberados, que no dejen de faltar a sus citas y firmen su libertad condicional, para que no corrán el riesgo de que se giren ordenes de reaprehensión; pido que se asesoren, que su lucha democratica no se transgiverse, en convertirse en lo que tanto odian.
Atte
Jorge Luis Esquivel Zubiri