La
justificación de las detenciones de jóvenes, hechas por el gobierno del
Distrito Federal encabezado por Marcelo Ebrard y el gobierno Federal encabezado
por la cúpula priista, ha sido simple, los vándalos que realizaron destrozos en
el Centro Histórico de la ciudad de México, el uno de diciembre de dos mil
doce, fueron detenidos en flagrancia.
Aquí
esta la primera pregunta ¿Qué es la flagrancia?, para ello recurriré a dos autores
con animo de no ser extensivo.
El español JOAQUIN ESCRICHE, señala: "Denominase así el delito
que se ha cometido públicamente y cuyo perpetrador ha sido visto por muchos
testigos al tiempo mismo en que lo consumaba. Flagrante es participio
activo del verbo flagar, que significa arder o resplandecer como fuego o llama
y no deja de aplicarse con cierta propiedad al crimen que se descubre en el mismo acto de su
perpetración. Se dice que un delincuente es cogido en flagrante cuando se le
comprende en el mismo hecho, como en el acto de robar o con las cosas robadas
en el mismo lugar que se ha cometido robo, o en el acto de asesinar o con la
espada teñida en sangre
en el lugar del asesinato. Todo delincuente puede ser arrestado en flagrante, y
todos pueden arrestarle y conducirle a la presencia del juez..."
ADOLFO CISTERNA PINO, el autor señala "La palabra
flagrante viene del latín flagrans – flagrantes, participio del
presente del verbo flagare, que significa "arder o quemar como
fuego o llama", de tal modo que delito
flagrante es- siguiendo esta imagen
o metáfora- aquel que resplandece, salta a la vista, que es groseramente
vistoso y ostensible. "
Por
su parte, el código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal,
estipula:
Artículo
266.- El
Ministerio Público y la Policía Judicial a su mando están obligados a detener
al responsable, sin esperar a tener orden judicial, en delito flagrante o en
caso urgente.
Artículo
267.- Se
entiende que existe delito flagrante cuando la persona es detenida en el momento
de estarlo cometiendo, o bien cuando el inculpado es perseguido material e inmediatamente
después de ejecutado el delito.
Se
equiparará la existencia de delito flagrante cuando la persona es señalada como
responsable por la víctima, algún testigo presencial de los hechos o quien hubiera
participado con ella en la comisión del delito; o se encuentre en su poder el
objeto, instrumento o producto del delito; o bien aparezcan huellas o indicios
que hagan presumir fundadamente su participación en el delito; siempre y cuando
se trate de un delito grave así calificado por la ley, no haya transcurrido un
plazo de setenta y dos horas desde el momento de la comisión de los hechos
delictivos, se hubiera iniciado la averiguación previa respectiva y no se
hubiese interrumpido la persecución del delito
En
esos casos el Ministerio Público iniciará desde luego la averiguación previa y
bajo su responsabilidad según proceda, decretará la retención del indiciado si
están satisfechos los requisitos de procedibilidad y el delito merezca pena
privativa de libertad, o bien, ordenará la libertad del detenido, cuando la
sanción sea no privativa de libertad, o bien alternativa. La violación de esta
disposición hará penalmente responsable a quien decrete la indebida retención,
y el indiciado deberá ser puesto en inmediata libertad.
No
es difícil darse cuenta que el discurso del gobierno del Distrito Federal no se
sostiene al aseverar que los jóvenes son vándalos que fueron detenidos en flagrancia.
Los videos, fotografías, testimonios y demás pruebas que se pueden ver en las redes
sociales, diarios, noticiarios de todo tipo nos llevan a colegir sin duda
alguna que se hicieron detenciones arbitrarias, fuera de toda legalidad aun en
contra de personas que en ningún momento se les puede atribuir delito alguno.
Esto no es una cosa menor. Queda en entredicho el Estado de Derecho y el uso de
la fuerza publica contra la juventud pensante de México: los estudiantes.
La
actuación de la fuerza pública parece más un símbolo del nuevo gobierno federal
a través del gobierno capitalino que una acción concertada por estudiantes. Un
acto de poder en contra de los que históricamente son los mártires más
vulnerables, los jóvenes estudiantes. Todo este movimiento tiene aun la
inocencia sobre la vida y sobre lo que hace falta para cambiar un sistema injusto
y que a ellos ya no les sirve porque tienen una nueva visión y una nueva
esperanza sobre lo que debe ser el futuro de México.
Todo
movimiento estudiantil esta casi siempre destinado a fracasar por su falta de
madurez, falta de recursos económicos, falta de vinculación con la masa
popular, por sus limitaciones y desviaciones. Asimismo, enfrentan un Estado viejo,
anquilosado por los políticos en sus coyunturas y grupos de poder que ven en
todo cambio un peligro para sus propios intereses. Ante eso, es mejor criminalizar
ese tipo de movimientos y hacerles sentir la mano dura de la ley. Esa misma ley
que casi nunca se endereza contra los verdaderos enemigos del pueblo: Los
grupos de poderes facticos y que se despliegan en una enorme gama. Desde los
narcotraficantes hasta empresarios de todo tipo maquillados de gente bien.
Si
se recuerda a los hippies de los años sesenta a los jóvenes del 68 y todo
movimiento similar tienen en común en querer terminar con las guerras que no
son sus guerras, con la tiranía que los oprime, con la pobreza que los postra, con
el hambre que los lacera. Claro que dentro de estos movimientos también hay jóvenes
violentos y peligrosos que no gozan ya de inocencia sino de una maldad incubada
por décadas de olvido y que solo tienen la violencia rencorosa como forma de
expresarse. Pero, ¿es que en la gente madura o la gente que asimismo se llama
buena, no existen los violentos?, claro que los hay. Pero, sobre el status quo
se cierne un escudo contra toda crítica y se bruñe tan bien de buenos atributos
discursivos que es muy difícil penetrar esa coraza y llegar a su medula
paralitica.
El
Estado mexicano lucha contra todo cambio de rumbo porque los que detentan el
poder están muy cómodos. Es por eso, que se reprime y se criminaliza a los jóvenes
estudiantes, sin importar los métodos. Se quiere una juventud acrítica que sea
sierva de los dogmas y que tenga como meta reproducir el sistema. Que por lo
pronto y siempre esta la palabra, la explicación discursiva que no dice la
verdad pero funciona para seguir insuflándole vida a ese sistema injusto para
las mayorías. Por si esto fuera poco el Estado tiene los medios para crear el
terror, la confusión, la muerte impune, la desaparición forzada y toda clase
medios para persuadir a cualquiera sobre los peligros mortales de levantarse en
protesta contra la ilegalidad del Estado. ¿Cómo olvidar el batallón Olimpia,
los Halcones, los grupos paramilitares, las fuerzas militares que estaban
prestos para masacrar o matar a sus propios hermanos de sangre?.
A
pesar de todo, no hay una cosa tan genuina y tan refrescante como los
movimientos estudiantiles que le recuerdan a la sociedad que es, hora de mudar
de piel porque la que lleva puesta ya esta caduca. El gobierno puede decir lo
que guste, no tiene la razón. Entre la verdad legal y la verdad real casi
siempre existe un divorcio insalvable que a menudo permite a la vida seguir su
devenir. No obstante lo anterior, cuando pasa que la misma autoridad que se
muestra como democrática y progresista en la palabra pero brutal contra quienes
osan disentir de su torcida visión democrática, envía un mensaje de aplicación de
la legalidad pero que no casa con la realidad, inmediatamente se colige que
entre la verdad legal y la verdad real existe una execrable injusticia que no
puede ser borrada de la historia, que no puede ser tolerada por mas autoridad
que sea.
En
el discurso oficial la verdad legal nos dice que eran vándalos, mientras que la
verdad real nos dice que cuando la izquierda y la derecha se tocan hay una gran
injusticia en contra del pueblo, en contra de inocentes, porque se funden en
uno y mismo gobierno tiránico. Hay tiranos de derecha pero también tiranos d
izquierda. Vasta ver las noticias, los videos y las pruebas para llegar inmediatamente
que esos lerdos granaderos no tienen la mínima idea de lo que son los derechos
humanos, la legalidad, la flagrancia y el Estado de Derecho. Solo saben cebarse
con los jóvenes nunca con los delincuentes.
Mientras
el gobierno capitalino no cierre ese abismo que el mismo ha abierto entre la
verdad legal y la verdad real con las detenciones no solo arbitrarias a secas
sino totalitarias, será un gobierno tan malo como el de Díaz, Huerta, Díaz
Ordaz o Salinas porque esa no es la aplicación justa de la Ley y el
mantenimiento del Estado de Derecho sino la aplicación injusta de la Ley y la
señal mas clara de pertenecer a un Estado de Derecha.
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