La
misma vena dictatorial que tenía Porfirio Díaz, la tiene el Partido
Revolucionario Institucional. Son sus
herederos. Pasaron de la dictadura personal a la de partido único de Estado. La
política se agravó con la apertura pues, entonces los más hambrientos entre los
hambrientos, la clase política de otros partidos se lanzó a devorar con hambre
canina todo lo público, al punto de arrasar y corromper todo: política,
sociedad, economía.
Hay
periodistas hoy, día que se atreven, sin ningún rubor a defender al presidente
la república, un maniquí, una marioneta de un sistema manejado por lobos. Lo
engañaron a través de su insaciable ambición e ignorancia. Se pide que se
piense en las consecuencias de que el presidente deje tan alta magistratura. Se
ha terminado la época de un sistema tal y como termino la dictadura personal se
ha terminado la dictadura del partido único de Estado y se debe evitar la
dictadura de coalición de partidos, tal y como la propone el promotor más
activo: Manilio Favio Beltrones, quien se ve ya inserto dentro de este nuevo
sistema de pacto de represión dictatorial de partidos. Esto se debe evitar por
el bien de la nación mexicana.
La
revolución mexicana duró seis meses con sus días. Desde el 18 de noviembre de
1910 (20 de noviembre fecha oficial), hasta el 25 de mayo de 1911, fecha en la
cual el dictador presenta su renuncia oficialmente. Ya para el 31 de mayo de
ese mismo año se va en el barco alemán Ypiranga rumbo al exilio e iniciaba la
guerra civil por el poder político que
desembocó en la dictadura del Partido Revolucionario Institucional.
En
resumen la caída de un sistema conlleva la caída de su representante en
cualquiera de sus formas. Ha muerto el Estado moderno mexicano y su fiel
representante el Partido Revolucionario Institucional. La prueba irrefutable es
la nulidad que simboliza Enrique Peña Nieto. Esta ya solo y sin esperanzas de
salvación. Podrá permanecer en la presidencia pero su caída junto con la
dictadura del partido único de Estado consummatum est.
Debe
ser interesante que se conozca el convenio por el cual se dio por terminada la
dictadura personal de Díaz.
Mayo
21.- La madrugada de hoy evacuan los federales a Cuernavaca. Los maderistas de
Manuel Asúnsolo, destacados por Figueroa, entran seguidamente y se posesionan
del Palacio de Gobierno.
- Se
firma la paz a las diez y media de la noches, en la escalinata de la aduana de
Ciudad Juárez, a la luz de los fanales de cuatro automóviles. Las clausulas
indican que el general Díaz y Corral renunciaran antes de terminar el mes y que
el Licenciado Francisco León de la Barra, actual Secretario de Relaciones del
porfirismo, ocupará la Presidencia provisional de la República para convocar a
elecciones; además, el nuevo gobierno acordará las indemnizaciones por los
perjuicios causados en la revolución. He aquí el texto completo del Convenio: “En Ciudad Juárez a
los veintiún días del mes de mayo de mil novecientos once, reunidos en el
edificio de la Aduana fronteriza, los señores licenciados Francisco S.
Carvajal, representante del gobierno del señor General D. Porfirio Díaz; D.
Francisco Vázquez Gómez, D. Francisco I. Madero y Lic. D. José María Pino
Suarez, como representantes los tres últimos de la revolución, para tratar
sobre el modo de hacer cesar las hostilidades en todo el territorio nacional y
considerando: Primero.- Que el señor General Porfirio Díaz ha manifestado su
resolución de renunciar a la Presidencia de la República, antes de que termine
el mes en curso; Segundo.- Que se tienen noticias fidedignas de que el señor
Ramón Corral renunciará igualmente a la Vicepresidencia de la República dentro
del mismo plazo: Tercero.- Que por el ministerio de la Ley, el Lic. D. Francisco León de la Barra, actual Secretario
de Relaciones Exteriores del Gobierno del señor General Díaz, se encargará
interinamente del Poder Ejecutivo de la Nación y convocará a elecciones
generales dentro de los términos de la Constitución, Cuarto.- Que el nuevo
Gobierno estudiará las condiciones de la opinión publica en la actualidad, para
satisfacerlas en cada Estado dentro del orden constitucional y ACORDARÁ LO
CONDUCENTE A LAS INDEMNIZACIONES DE LOS PERJUICIOS CAUSADOS DIRECTAMENTE POR LA
REVOLUCIÓN, las dos partes representadas en esta conferencia, por las
anteriores consideraciones han acordado formalizar el presente convenio.
Único.- Desde hoy cesaran en todo el territorio de la Republica las
hostilidades que han existido entre las fuerzas del Gobierno del General Díaz,
y las de la revolución; debiendo éstas ser licenciadas a medida que en cada Estado
se vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la paz y el
orden público. Transitorio.- Se procederá desde luego a la reconstrucción o
reparación de las vías telegráficas y ferrocarrileras que hoy se encuentran
interrumpidas. El presente convenio se firma por duplicado.- Lic. Francisco S.
Carvajal, Rubrica.- D. Francisco Vázquez Gómez, Rúbrica.- D. Francisco I. Madero, Rúbrica.- Lic. D.
José María Pino Suarez, Rúbrica.
Pues
bien cuando un sistema ha caído y se tienen los medios y la voluntad no hacen
grandes solemnidades ni pompa fastuosa
para enterrar el cadáver, más si este es el símbolo de la dictadura. Hasta ahora hemos visto el mismo sistema dictatorial
cambiar de piel una y otra vez y, en estos momentos lo está intentando seguir
cegando al pueblo para presentarse como “gobierno de coaliciones” que no es
otra cosa que dictadura de partidos.
Ahora
bien, los dictadores en todo momento tienen la mente torcida y distorsionan la
realidad en un intento de justificar sus perversas acciones. Este es el rasgo
psicológico de los dictadores, creen ser la fuente de la verdad y de todo lo
bueno. Para el 31 de mayo Porfirio Díaz, estaba ya en el puerto de Veracruz y
se dice que antes de partir le dijo a de la Huerta.
Mayo
31.- Embarca en Veracruz, hoy por la tarde, el general Díaz, a bordo del vapor
alemán “Ypiranga”. Lo despide la alta sociedad porteña. Al abrazar el caudillo
al coronel Huerta, dicen que exclama: “Ya se convencerán, por la dura
experiencia, que la única manera de gobernar bien al “país” es como yo lo hice”.
Al
parecer esta idea sombría y retorcida habita en la mente estrecha de Enrique
Peña Nieto, el Salvador de México. No entiende que no entiende, es decir, que
tiene un intelecto solo para las opiniones vulgares, estándole vedadas las
verdades profundas. No logra entender las razones por las cuales el pueblo de
México lo detesta porque desde su visión retorcida su corrupción no es su
corrupción, sus crímenes no lo son, su complicidad con su gabinete por la rapiña
no lo es, las miles de muertes no son su responsabilidad y así por el estilo.
Peña
Nieto no lo sabe ni lo sabrá nunca: dio muerte, con sus reformas estructurales
(privatizaciones), el Estado moderno mexicano e inicio, sin querer, el nacimiento del Estado híper moderno
mexicano. Se ha iniciado ya la disputa por el poder político entre los diversos
actores relevantes de este nuevo estadio. La moneda está en el aire a pesar de
todo.