Es
difícil escribir sobre este tema; así como poner este título vulgar; sin
embargo, las circunstancias lo exigen. A los gobernantes parece que les ha caído
de perlas este par de terremotos, a las empresas de comunicación de noticias también;
as como los periodistas sin escrúpulos.
Ahora
bien, el momento obliga también al laconismo; y, en consecuencia seré parco. Es
inaceptable que Joaquín López Dóriga se aproveche de la ocasión para decir que,
la población civil no debería ayudar en las labores de rescate o que se
sometiera a las autoridades y expertos que no había en los lugares donde se
necesitaban. Este pobre hombre no entiende la realidad del pueblo porque nunca
siquiera ha intentado entender al pueblo y, su espontanea solidaridad de acción.
Hay que repudia a este tipo de comunicadores.
Para
Enrique Peña Nieto se nota, que los desastres le han venido bien porque se
olvida el pueblo de su corrupción institucionalizada y su traición a la patria.
Salió en un video en el cual pide que los trabajadores de los medios de comunicación
se sumen para que se haga una puesta en escena. ¿Cómo pide unidad Peña Nieto si
hace una puesta de una mala comedia?; no es que los periodistas no sean
solidarios sino que vieron claramente que los iban a usar como payasos para que
Peña Nieto y su esposa se vieran magnos en la ayuda. Pero ni con ser el
presidente pudo lograrlo.
Miguel
Ángel Osorio Chong, se apersonó en un lugar de desastre en la ciudad de México
para tomarse la foto y videos para dar las apariencias de solidaridad. El
pueblo lo rechazó e hizo que se fuera de lugar malhumorado como si todo el
tiempo Osorio Chong, hubiera estado con el pueblo mexicano y de último le
hubiera dado la espalda. No hay tal, es un funcionario oportunista y forma
parte de “La Gran Estafa”. Se quiso aprovechar de la ocasión para limpiar su
mala imagen.
Felipe
Calderón, desde Colombia envió mensajes a través de Tweeter, de cómo se debería
actuar y rentar maquinaria pesada para realizar los trabajos de rescate; actúa
como si estuviera presente y fuera presidente. Las ansias incontenibles de
poder y de volver a gobernar a través de su mujer lo hacen caer en excesos. Eso
es reprobable.
En
suma, muchos gobernantes y políticos han salido beneficiados con estas
desgracias pues, ante la urgencia, su corrupción pasa a segundo tercer término;
no contentos con esto actúan como si esto fuera un teatro, donde hacer suyos
toda clase de excesos; actúan como si en medio de la tragedia tuvieran una
enorme oportunidad de limpiar sus imágenes y seguir lucrando con el dolor del
pueblo. Y, a todo esto Peña Nieto y su esposa ¿de qué se ríen?. Son verdaderos buitres
de la comunicación y de la política.
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