sábado, 23 de septiembre de 2017

JAVIER LOZANO Y COMPAÑÍA



Ha salido Javier Lozano Alarcón junto con algunos diputados panistas a lanzarnos un anzuelo, diciendo que si se puede destinar dinero para los damnificados, bajo dos premisas: que sea a través de una reforma constitucional y, que sea la iniciativa que ellos presenten. Se han apuntado como los Salvadores del Pueblo Mexicano y han dejado claro que no hay quienes más, únicamente ellos. Son muy atrevidos estos panistas de capirote. Creen que sin ellos al nación mexicana esta pasiva, sin ideas de como solucionar sus problemas nacionales. Que equivocados están porque, precisamente ellos, son obstáculos para que avance el pueblo, son lo peor entre lo peor.

Vaya descaro y oportunismo político; ya que olieron que, la solución estaba cerca, por la presión social, se aparecen, dando una conferencia de prensa como una gavilla de cuatreros de la política con el mayor mal gusto posible. Estos panistas quieren sujetar a sus caprichos al pueblo mexicano. Para su mala fortuna, la solución que proponen no es la única ni la mejor.

El pueblo mexicano debe ir transitando hacia la democracia plena sin oír ni seguir a estos panistas descocados que lo único que pretenden es reducir las vías democráticas para que el pueblo no despierte y, sigan viviendo como una casta privilegiada. Ahora bien, estos panistas son demasiado lerdos, ignorantes de la vida libre, tienen sus cabezas llenas de prejuicios e ideas demasiado absurdas como para servir a la democracia. En efecto, su estrechez mental corresponde a un sistema cerrado, totalitario con claras tendencias al autoritarismo contrario a la democracia y, a un sistema horizontal donde los seres humanos sean realmente iguales ante la ley y diferentes, únicamente por sus virtudes o sus vicios.

Si los mexicanos vamos a construir un Estado democrático, no se debe prestar oídos a los panistas de este corte autoritario pero además muy limitados intelectual y, académicamente y oportunistas como hienas humanas que ríen mientras tratan a toda costa de someter al pueblo, a la política a su capricho.


Javier Lozano no es otra cosa que un agitador profesional a disposición del mejor postor ya sea de su partido o del gobierno. Tan inútil para vivir honestamente que, como se sabe ha declarado que si le bajan el salario tendrá que robar. Eso lo define amplia pero certeramente. Muerto de hambre. Imagínense que se hiciera realidad lo que propone el presidente de su partido que no haya financiamiento público para la política. ¿De qué vivirían estos zánganos inútiles?.


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