A pesar de los discursos,
tanto del gobierno federal como del gobierno del estado de Guerrero, en la
realidad no les interesan las vidas de los ciudadanos que sean asesinados por
los narcotraficantes, la delincuencia organizada o por las mismas fuerzas, que deberían
ser del orden público.
Con el espíritu empresarial
que tienen los gobernantes y políticos, estos hacen cuentas y llegan a la conclusión
que los muertos no dejan las pingues ganancias de la privatización de los
servicios públicos que son excelentes negocios. Su divisa es “Negocio es
negocio”.
Es lamentable ver como
gastan enormes cantidades los tres órganos de gobiernos en sus tres niveles, así
como las instituciones y a la hora de dar una respuesta contundente como en los
casos de Tlatlaya e Iguala van con un tortuguismo y desaseo propio de inútiles.
Por si esto fuera poco el
gobernador de Guerrero antepone la consulta de su renuncia a un caso que es o debería
de ser de dignidad y congruencia. Para colmar el basural el Partido de la Revolución
Democrática apoya incondicionalmente esta tiranía. “El poder por el poder”,
puro utilitarismo político. El negocio se les va.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario