Llevado
por su razón natural los presidentes del Partido Acción Nacional y los
Senadores del mismo partido han anunciado que pedirán la desaparición de
poderes en el estado de Guerrero, hoy quince de octubre del dos mil catorce. Es
evidente que no tienen ni idea de lo que piensan y van a pedir;
no puede haber desaparición de poderes en virtud de ser el pueblo donde
radica el poder soberano. Malamente dice la constitución general que “…todo
poder dimana del pueblo” y también indebidamente, fractura la soberanía nacional
para crear tres poderes que ejerce la Unión pero dividir la soberanía es,
quitarle el poder al pueblo y simular una democracia.
El
Estado mexicano debe tener Unidad y Colaboración entre sus tres niveles de
gobierno y entre todos sus órganos y dependencias y no esa fatal “División de
Poderes” que ha servido para que nacieran y, permanentemente, se erigieran como
soberanos los órganos de gobierno (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), en el ámbito
federal. Mientras que, en el ámbito estatal esto se repite y se agrava con la creación
de sátrapas escudados en la apariencia de gobernadores que se escudan en la
falsa soberanía de los estados componentes de la Federación.
El
pueblo soberano nunca traspasa ni cede su soberanía a los tres órganos que no
poderes, Legislativo Ejecutivo y Judicial, tan solo les da atribuciones o
facultades para ejercer el mandato del pueblo. Sin embargo, en la realidad los
tres órganos han escamoteado el poder soberano al pueblo y han invertido los
papeles y se comportan como verdaderos soberanos y eso, debe cambiar. Todas las
atrocidades, excesos y delitos cometidos por los gobernantes, funcionarios públicos
y políticos dan una imperiosa pauta para crear un nuevo constitucionalismo en
donde la democracia se imponga y todos los que tengan un puesto público respondan
ante la Ley y el pueblo respecto de sus funciones, atribuciones o facultades
inherentes a sus cargos. Así pues, no desaparece el poder soberano del pueblo
sino que solo se revoca el mandato o nombramiento de los titulares de los tres órganos
(Legislativo, ejecutivo y Judicial), o en su caso se debe analizar cual o
cuales mandatos se revocan dado a que en la realidad no tenga sustento revocar
el mandato o nombramiento de los integrantes de los tres órganos. Si el caso
fuera, debería pedirse solo la revocación del mandato o del nombramiento del
gobernador en turno o de algún presidente del órgano Judicial o del órgano legislativo.
En
este contexto, los panistas como buitres políticos intentan vulgarmente pero
nefastamente pedir la “desaparición de podres”, lo que es equivoco, se puede
pedir, con base en el artículo 76 fracción V de
la carta Magna y que es una de las facultades exclusivas del Senado y
con la propuesta de una terna por parte del Ejecutivo Federal. No obstante, tal
y como esta, en franca decadencia la política y la gobernabilidad federal es, darles
carne pútrida a los carroñeros políticos. Por donde se mire con estos
procedimientos el pueblo siempre queda al margen del ejercicio del poder
soberano y son los partidos atreves de sus gobernantes y legisladores quienes
salen ganando con la “desaparición de podres”.
Casi
todos los partidos políticos se han coludido para mantenerse en el poder y
pelearse entre ellos en el ejercicio del mismo pero que el pueblo nunca
intervenga porque eso sería acabar con los excesos, abusos, atrocidades y crímenes
cometidos por funcionarios públicos y políticos. En el presente caso, no cabe
duda de que el gobernador de Guerrero debe dejar el puesto público pero no en
las condiciones que piden los panistas por sus consecuencias nefastas para el
pueblo.
Es
imperioso que se construya un nuevo Constitucionalismo que evite que en los
problemas nacionales o estatales solo
los partidos o los gobernantes intervengan en sus soluciones sin que los ciudadanos
tengan participación activa. Ante la debilidad de los gobiernos y la notable
fuerza de las grandes trasnacionales urge que los ciudadanos intervengan en
todo lo que sea público y de interés general y en especial en la política para
no quedar el pueblo en estado de indefensión a través de una Constitución General
que francamente limita a los ciudadanos
y dota a los gobernantes y políticos de amplias acciones y un manto impenetrable de impunidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario