El arte musical es importante en la vida de los
seres humanos, al grado de ser el arte común. Y Federico Nietzsche se
manifestaba a su favor, diciendo que si no existiera música el, no querría
vivir, palabras más palabras menos. Claro, no respondió a qué clase de música. Conociendo
sus gustos se puede colegir que, no se pronunciaba a favor de la música de mala
calidad; por el contrario, le gustaba el arte superior. Se puede cuestionar su
gusto por algunas obras musicales de Richard Wagner pero su consciencia del
arte sublime.
Los narcocorridos no deben existir como arte
popular y menos como arte institucionalizado, tal y como Enrique Peña Nieto lo
concibe, dado que, ponen en vigencia todo el pensamiento y actitudes de esta
clase. Legitiman en el gusto del pueblo la negatividad agresiva de sus letras.
La denigración de la mujer es evidente en estos temas. Hacen ver, sus
exponentes, la decadencia como lo bueno por sí.
En estos tiempos se han encumbrado sujetos de ínfima
calidad humana como los máximos exponentes del arte musical. Sus canciones son
verdaderas apologías del delito, sin la mínima calidad en su estructura musical
así como en las letras que están destinadas a los más ignorantes.
No es de extrañar que se haya acabado el sistema
Presidencial y por ende, el Estado moderno mexicano y, en su decadencia haya
entrado por la puerta grande el gusto por el arte decadente de manera general
al punto de que, el presidente se sienta encantado con este tipo de arte y
tener a sus exponentes como modelos a seguir. Claro, el presidente es un vil
ignorante que sabe de arte en la misma proporción que conoce de buena política.
Abandonado el poder público este fue ocupado por
los delincuentes que, trajeron sus malos gustos y los impusieron a un pueblo
desorientado. Sin embargo, hemos llegado a grados insoportables. Quieren a toda
costa imponer sus gustos mediocres de forma total. Cuando alguien me dice que
es fanático de estos géneros inmediatamente me imagino que clase de ideas le bullen
en su hueca cabeza y que clase de futuro pretende. Hay que rechazar,
amablemente esta barbarie.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario