sábado, 26 de agosto de 2017

ÉMULOS DE VICTORIANO HUERTA



La crisis política que dejó la muerte del Presidencialismo mexicano, abrió las puertas para que cualquiera se quiera alzar con el poder de la república, de un estado o municipio. Vivimos tiempos de vergüenza nacional. Los presidentes son los primeros que encabezan la rapiña sobre lo público, los gobernadores le hacen segunda y, la tercera llega de mano de los presidentes municipales. Por si esto fuera poco, se ha esparcido el deseo insano de hacer polvo el lema rector de la república “Sufragio efectivo, no reelección”; que es el fuerte dique para que los más ambiciosos se estrellen contra él, y, así se evite la continuidad en el gobierno sexenal y, se haga brecha para la dictadura personal.

Hasta ahora ha funcionado ese murallón no en la toma del poder, su primera parte, pues los múltiples fraudes son pruebas de la corrupción del sistema político; sin embargo, si ha funcionado en su segunda parte, al no permitir la reelección personal y, hasta de las ambiciosas esposas que en pleno pacto, han tratado de seguir los pasos de sus corruptos esposos.

Ante la imposibilidad de la reelección, se han soltado en grande gritería los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón ambos de Sagrado Corazón de Jesús; ¡demonios bien santificados por el digito diaboli pues han bañado al pueblo de sangre, corrupción e impunidad y, ahora se han lanzado a gritar a los cuatro vientos que, ellos, son los únicos que tienen la solución para bien gobernar: más sangre mientras se vuelve el Estado laico una cofradía de sandios.

Y, no son solamente los ex presidentes los que andan activos en mantener el régimen político corrupto; el propio enrique Peña Nieto es tan dañino como Calígula o Nerón en la Roma imperial. No se arredra ante ningún obstáculo con tal de dejar un régimen político que lo mantenga en la impunidad mientras disfruta lo mal habido.


La triada maldita Fox, Calderón y Peña Nieto, se han vuelto agitadores profesionales para que, la república este tan agitada y, esto permita su saqueo. La anarquía les conviene. Ahora bien, no les ha ido del todo bien pues, son tan torpes que, no hay día que uno de los tres, dos o todos juntos se conviertan en payasos de carpa. Son los payasos de las cachetadas. Solicito perdón pues debería yo estar escribiendo de temas serios pero así está el ambiente y, estos actores de pacotilla no paran de morder al pueblo y de armar jaleo como borrachos de cantina. Y, si bien no han llegado al sello de los Cesares más psicópatas, si emulan a Victoriano huerta. 


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