lunes, 28 de agosto de 2017

LOS 300. EL BATALLÓN SAGRADO



Hoy día estamos llenos de prejuicios hacia otras formas de ser en casi todos los campos de la vida; a consecuencia de esto, la vida se ha vuelto monótona, pobre y con muy poco interés genuino. En la antigüedad había una variedad de pueblos que hacían un crisol lleno de riqueza cultural. Hemos perdido, con este sistema económico y político la gran variedad de pensar y ser. En lo que hoy conocemos como Grecia, se hallaban una multiplicidad de Ciudades-Estado, tantas como alrededor de mil, que luchaban por mantener su independencia. En este contexto de lucha dinámica no es raro que surgieran diversidad de leyes, formas artísticas, de sociedades, de héroes individuales y colectivos, tal es el caso de los 300 de Tebas.

Tebas va a reemplazar la hegemonía que tenía Esparta y por 33 años se tornará como la Ciudad-Estado hegemónico. Todo esto se debió a la iniciativa de un aristócrata tebano llamado Górgidas, quien creo el Batallón Sagrado de Tebas que curiosamente estaba compuesto por 300 guerreros homosexuales, 150 parejas con un conductor adulto y un compañero joven, era pues, la pederastia educativa.

Plutarco, nos trae las razones por las cuales se formó este batallón, entre las principales nos cuenta que, basado este cuerpo de elite, en el amor por el otro, tanto emocional como carnalmente, su cohesión era tal que se tornaba poderoso, casi invencible. La leyenda tebana de su fundación que, narra la violación del hijastro de Layo, por el mismo Layo, da el origen de ser de esta sociedad. También sus leyes propiciaban la pederastia, en la cual el homosexual maduro se encargaba de la educación del menor en todos los ámbitos.

Sin embargo, quien le dio brillo al Batallón Sagrado de Tebas, fue Epaminondas; un general fuera de serie; tal fue su fama que Cicerón lo tiene como “El primer hombre de Grecia”, y no era, ni es para menos, pues en dos ocasiones derrotó al ejercito espartano y aliados con toda claridad. Claro, los días de gloria de los 300 encabezados por Leónidas habían pasado y, aunque no desmerecía el ejército espartano las tácticas y los implementos de guerra ya habían progresado, precisamente con los tebanos. Filipo, padre de Alejandro el Grande, estuvo en Tebas como rehén, allí aprendió sus tácticas, las cuales en el futuro las utilizaría en contra de los tebanos.  

La primera batalla que libraron tebanos y sus aliados contra los espartanos y los propios, fue la Leuctra (371 a,c,); la segunda, la de Mantinea, en ambas, los 300 que formaban “El batallón Sagrado de Tebas”, mostraron su valentía al grado de desbaratar a los espartanos y, con ello terminar con su hegemonía y subir los tebanos a ese peldaño. El rey espartano vencido, lo fue, Cleómbroto, de la dinastía a la cual pertenecía Leónidas. Como Leónidas, Cleómbroto, murió en la batalla de Leuctra pero el resultado fue muy diferente, mientras que, el primero perdió la batalla pero se ganó la guerra contra los persas, el segundo perdió la batalla y, la guerra.

La batalla de Mantinea (362 a.c.), se desarrolló con una variante de la formación utilizada en Leuctra, en la punta estaba “El batallón Sagrado de Tebas”, foroplitas espartanos tendían ir hacia mando la falange oblicua con su temible ala izquierda y, es que, los hoplitas avanzaban un poco hacia la derecha buscando la protección de escudo del compañero del lado. Esto lo aprovecho Epaminondas creando una falange de 50 hombres de profundidad que cargo contra la falange espartana de 8 a 12 guerreros de fondo. El resultado fue la derrota total de los espartanos e inicio su fin de supremacía. Apaminondas murió en esta batalla.

Ahora bien, recuerden ustedes que, Filipo de Macedonia estuvo en Tebas con lo cual pudo aprender las tácticas de guerra de estos y liberado que fue, volvió a su tierra e hizo reformas profundas en su ejército y en la batalla de Queronea, (338 a. c.), desbarato a las milicias tebanas, se dice, que únicamente los 300 del Batallón Sagrado, emulando a los 300 espartanos liderados por Leónidas, se mantuvieron firmes y murieron masacrados. Esta fue la primera gran batalla en la que participo Alejandro Magno y, es de aquí de donde va a desarrollar sus tácticas de guerra a grados inauditos.

Plutarco narra que, Filipo al ver la pila de cadáveres y, sabiendo bien quienes eran, dijo: “Perezca el quien sospeche que estos varones o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente”.

Esto nos muestra y demuestra que debemos cambiar radicalmente nuestra forma de pensar, de ser y tratar a los diferentes como seres humanos pues esencialmente son eso, seres humanos con accidentes o accesorios naturales diversos de color de piel, de estatura, forma de vestir, de pensar, de actuar o de tener preferencias sexuales diferentes pero que no los hacen menos a cualquier otro ser humano.

Los 300 que conformaban “El Batallón Sagrado de Tebas”, no desmerecen en ningún rubro de la calidad humana y se les debe rendir tributo por lo que en esencia fueron: humanos en exceso valientes y no por su preferencia sexual, un accidente en términos aristotélicos.


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