Los
seres humanos necesitamos de los conceptos para explicarnos la realidad. El más
importante de los antiguos griegos clásicos lo fue Sócrates que al ir
preguntando que, es el amor, la poesía, la valentía, la amistad etc., dio el
toque que consolidó el uso de los conceptos. Platón sigue la tarea de su
maestro. Hoy nos parece tan natural esta construcción artificial que no nos
damos a la tarea de investigar su origen, lo damos por sentado; sin embargo,
hay un uso de los conceptos que es usado por personas, grupos o pueblos
prejuiciados con el ánimo de dominación sobre los demás.
Los
europeos al andar en busca de las Indias, se toparon con lo que hoy llamamos América
en honor a Américo Vespucio, e inmediatamente creyeron estar en las Indias y
determinaron que los habitantes de esta parte del mundo eran indios. Tiempo después,
se dieron cuenta que no eran las Indias sino un lugar diverso y, entonces le
pusieron las Indias occidentales; después Nueva España, y así por el estilo. En
todo este proceso histórico los nativos de este continente no han tenido la
oportunidad de determinarse sino que han sido determinados desde la visión extranjera.
Hemos
aceptado ser indios sin ninguna razón válida. Los indios, en general, son indígenas
de la India como los japoneses son indígenas del Japón y los rusos de Rusia y
los finlandeses de Finlandia. Pero preferimos aceptar que los indios de la
India no son indios sino hindúes. Por si esto fuera poco, ni siquiera el nombre
del continente lo determinamos. Deberíamos ser americanos pero hasta eso nos ha
sido negado por los norteamericanos y que ironía los mexicanos en este sentido también
somos norteamericanos, estamos en esta parte del mundo, en el norte.
El
concepto indio también se aplicó a los diversos pueblos del norte sin importar
que ellos mismos tuvieran su identidad propia y distinta de los demás pueblos.
Ahora bien, este concepto se ha usado en el sentido peyorativo. Para los estadounidenses
el mejor indio era el indio muerto. En México el mejor indio era el que estaba
bajo la tutela y explotación de los encomenderos. Esta forma denigrante la
hemos adoptado para insultar al otro, a los otros. ¡Indio pata rajada!, es la más
acabada injuria que determina el poco valor de los miembros del pueblo llano. El
ser indio es indeseable por ello actuamos en el sentido contrario a cómo viven
estos seres humanos sin saber estamos siendo usados.
El
concepto indio no es el único que tiene un uso de rebajamiento con el fin de
dominar. Negro, pobre, naco, prieto, mendigo, chúntaro, amarillo, pueblerino y
todo termino que sea usado para denigrar a los demás que son diferentes al
emisor del concepto. Por lo general estos conceptos o términos están llenos de
prejuicios, falsedades u odio a la diversidad. En efecto, la variedad de características
en los seres humanos es tan natural como la variedad de pájaros, peces o
cualquier otra especie. Aceptamos la variedad en los animales pero no en los
seres humanos por puro prejuicio impuesto por los que creen ser puros como lo
son los arios.
La
ciencia ha derribado muchos de estos prejuicios pero no del todo; hoy sabemos
que el color de piel no está en los cuerpos mismos sino que es el resultado de la
interacción de la luz sobre los cuerpos u objetos, y la composición molecular química
de los mismos que absorben o reflejan determinado espectro de la luz. Se sabe
que únicamente se aceptan tres colores básicos, el rojo, el azul y el verde.
Los demás se obtienen de la mezcla de estos. El negro y el blanco propiamente
no son colores. El primero absorbe todo el espectro de la luz y el segundo, lo
refleja. Es de conocimiento popular que lo que llamamos color negro no es bueno
para vestir en los días de mucha luz pues absorbe la luz y nos produce calor;
el blanco, por el contrario al reflejar la luz nos da mucha más comodidad.
Si
el negro y el blanco no son propiamente colores no tiene sentido apoyar la
superioridad de razas (que además no existen sino únicamente la especie
humana), es solo prejuicio ante la falta de inteligencia de entender la
diversidad, lo distinto. Se sabe que las personas que tienen la piel oscura tienen
concentración de melanina y los que no tienen menor concentración de la misma.
La melanina es un derivado del aminoácido tirosina. La forma más común de esta
lo es la eumelanina.
Se
dice de común que de noche todos los gatos son pardos y esto tiene su razón científica;
se debe a que al no haber luz o lo suficiente la luz, no interactúa con los
cuerpos u objetos y el ojo humano que está facultado para percibir el espectro
de la luz, es incapaz de captarla. Todo se uniforma. Se debe tomar en cuenta
que la vista no es la única forma de conocer o percibir ya que los murciélagos
se guían en la realidad por su radar, las serpientes por el calor que emiten
los cuerpos, los perros tienen el olfato mucho más sensible y muchos peces a través
de la electricidad. Si tuviéramos estas cualidades sensoriales tendría menos
sentido hablar de superioridad por razón del color de piel que percibimos.
Por
todo ello, se debe evitar hacer uso de conceptos peyorativos para determinar al
otro, al diverso, pero también se debe evitar que se usen esos mismos conceptos
para la determinación de uno mismo. Si pensamos en términos universales un ser
humano “blanco”, y un “negro”, son iguales y únicamente difieren en lo
accidental y esto no anula su condición de ser humano. Lo mismo pasa con el “noble”
y el “indio”, son ambos humanos, racionales con la misma dignidad pero diverso
en ver la realidad. Se podría argumentar que el más educado tiene las
herramientas o los medios de determinar al otro, no, el ser humano no puede ser
determinado de manera arbitraria.
La
libertad nuestra debe ir de la mano con el pensamiento universal y no debemos
permitir que desde el extranjero se nos determine de forma peyorativa pues
somos mexicanos para poder distinguirnos de los demás indígenas del mundo paro
no separarnos de lo que somos: seres humanos con las mismas virtudes y
limitaciones. No se debe aceptar que los prejuicios determinen al ser humano en
ninguna de sus formas ni en ningún lugar del mundo.
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