domingo, 11 de junio de 2017

LA LARGA, PERO INEVITABLE, AGONÍA Y CAÍDA DEL PRI




El priismo como sistema político está en franca agonía, claro las cúpulas priistas se niegan a ceder sin dar lucha, aunque esta sea con las clásicas malas artes y las nuevas que van inventando, porque para mutar métodos de corrupción no hay como los priistas. El sistema priista, no hay duda está en franca agonía y no tardará en caer para siempre pero esto no se dará por decreto sino con la participación ciudadana consciente de que este sistema ha dado todo lo malo y lo poco bueno de sí. Ahora bien, Enrique Peña Nieto, es el más corrupto y, corruptor activo del Estado mexicano, a tal punto de dejarlo en su punto más débil. En efecto, su propia corrupción y, el haber llevado todo el aparato del Estado mexicano para no perder la cuna del sistema político, el estado de México, ha tenido que agotar todos los recursos de que disponía; logró su cometido pero descuido la retaguardia.

El haber perdido, el PRI, Nayarit y haber quedado diezmado en Veracruz, le dificulta su capacidad de acción. En Veracruz ganó 36 alcaldías cuando tenía 80; además de haber perdido ciudades de mucha importancia como Veracruz, Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica entre otros, esto de un total de 212 municipios. Esto da una clara idea de la derrota del PRI en Veracruz. Si sigue así, se puede esperar que, en las siguientes elecciones el partido oficial sea un partido ordinario.

Le queda a las cúpulas priistas ir administrando la imagen ganadora pero sabiendo que van perdiendo estado tras estado y que, si sigue así (y, seguirá así, los priistas no saben hacer política sin corrupción y fraudes), pronto tendrán que ceder la cuna del priismo, el estado de México. No les queda más que el discurso triunfador para alargar la agonía el tiempo mayor que se pueda.

Otro factor que, ha mermado a este sistema político es la corrupción pública de Peña Nieto, a simple vista, la corrupción institucionalizada no tiene su costo; no es así, en otros tiempos el costo era mínimo por ejecutarse en un sistema totalitarista, pero en la actualidad y, a pesar de los crímenes, delitos y toda clase de trapacerías, el costo está a la vista en Nayarit y Veracruz, y, los efectos negativos para el PRI aun no acaban, apenas empiezan. Es el momento de trabajar en los estados de la federación que tendrán elecciones el año 2018 y para las presidenciales. El PRI no aguantará el peso de su propia corrupción y el empuje de los demás partidos políticos.

Se deben crear estrategias para que, los priistas vayan perdiendo su capacidad de corrupción y por ende, la ejecución de los fraudes electorales. Esto debe de ir de la mano con la concientización de la ciudadanía de que, debe imponerse la democracia, hacerle ver que estar enfermos de corrupción no es bueno por ningún lado. En suma que el pueblo pierda la fe en el sistema político priista y esto se logra trabajando en la acción política en todos lados como las fábricas, escuelas, las plazas públicas, la familia, el trabajo, en las asambleas hasta que haya concierto y fe en un nuevo sistema libre de corrupción o con la mínima. Para ello, se debe ir presionando para que tan luego se pueda, se reforme la Carta Magna y las leyes ordinarias para imponer penas ejemplares a los corruptos.

Este trabajo es de todo el pueblo o por lo menos se debe tener el número suficientes de ciudadanos para dar el empuje final al despeñadero a este sistema corrupto. Como sea, el nuevo PRI está en la cárcel o en fuga. Y, terminada la administración en aquellos estados que todavía gobiernan o gobernaran los corruptos priistas estarán como están los actuales. Los ciudadanos deben dejar de ser pasivos y volverse activos en la política para enterrar este sistema podrido e iniciar otro que no es poca cosa. El nido de la serpiente, el estado de México, incluso puede perderse, pero pronto caerá  el nido de la serpiente y por ende, la serpiente.


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