miércoles, 17 de septiembre de 2014

¡VIVAN LAS TRASNACIONALES!, ¡VIVA LA CORRUPCIÓN!



Pocos Estados son libres en verdad. La igualdad jurídica y soberana no se da en la realidad. La libertad, la independencia y la democracia se han tenido como principios básicos para la vida de los seres humanos. La historia de los seres humanos, en su base tiene estos tres elementos y se esfuerzan y sacrifican por alcanzarlos, se han vuelto ideales a veces profundos y a veces latentes.

Existen en México muchos mexicanos que han  sacrificado sus vida en aras de la  libertad, la independencia y la democracia y pocas veces tienen el reconocimiento pero, han existido y existen sin duda alguna.  

En 1810 inicia el movimiento contra el mal gobierno que culmina con la independencia en 1821 con la entrada del ejército trigarante encabezado por un enemigo de la independencia Agustín de Iturbide.

En 1857 con el gobierno de Benito Juárez se promulgan las Leyes de Reforma que limitan el poder de la iglesia y se desata la guerra entre liberales y conservadores. Se inicia la independencia del Estado Mexicano del Estado teológico, ganan los liberales y se consuma la independencia religiosa del Estado mexicano.

En 1910 se inicia la revolución mexicana en contra de la dictadura de Porfirio Díaz y se plasman la democracia, la libertad y la independencia como principios en la Constitución general. Lázaro Cárdenas inicia la independencia económica con la nacionalización de la industria petrolera.

Con el regreso del Partido Revolucionario Institucional (Que nombre más absurdo), en el 2012 no solo se abandonan la libertad, la independencia y la democracia como ideales nacionales sino que se hace dependiente al Estado mexicano de las trasnacionales, nacionales y extranjeras, con las reformas aprobadas. Resulta una contradicción ridícula que el gobierno mexicano en sus tres niveles festejen una independencia que ha sido ahogada de sopetón y plumazo. Ahora bien se puede decir: ¡Viva Televisa!, ¡Viva Tv Azteca!, ¡Vivan las trasnacionales que nos imponen Leyes!, ¡Viva n los gobernantes y políticos que se dan vida  con la patria!. ¡Viva la corrupción!.   


Ahora bien, los gobernantes y políticos han dejado la independencia, la libertad y la democracia como principios rectores de la vida no los ciudadanos. La sociedad civil debe  luchar para que los gobernantes y políticos sean castigados por sus corruptelas, imponiendo la democracia y límites a las trasnacionales.  

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