El
Estado, ese viejo achacoso, se ha vuelto cada día más insolente y voluntarioso
en su gobierno; ha tiranizado a los otros dos órganos y azota al cuerpo entero
con sus desvaríos. Se ha vuelto psicópata y ha llevado a la parálisis al resto
y cuando en su demencia se siente amenazado aplica la Ley del Garrote. Consume
enormes cantidades de nutrientes sin producir cosas benéficas, por el
contrario, su digestión produce y re produce toxinas.
Ese
viejo achacoso, se ha vuelto demente, ha sometido a sus pares; los débiles pesos
y contrapesos, ya de por si mal engendrados, se han esfumado. Gobierno viejo,
sordo, ciego y achacoso. Su saneamiento no puede provenir de su parte orgánica sino
del resto del cuerpo que debe rebelarse en contra de esta tiranía insana. Le
hacen falta instituciones libres de sus órganos ya francamente enfermos y no
solo inútiles sino rebeldes al resto del cuerpo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario