domingo, 14 de septiembre de 2014

SEGUNDA CARTA AL DOCTOR MIRELES



DOCTOR JOSÉ MANUEL MIRELES VALVERDE:



El  festejo patrio un viejo ritual, digno del sepulcro y signo de sometimiento.


PRESENTE:



Estamos aquí, en la víspera del festejo de la  independencia de México por el gobierno mexicano; un hecho no querido y menos buscado. Miguel Hidalgo y Costilla nunca tuvo en mente la independencia de la Nueva España ni su democratización, pero sirvió para encender la mecha de la consciencia nacional. La condición social y económica de Miguel Hidalgo había sido tocada por el mal gobierno y contra ello se levantó mientras gritaba vivas a Fernando VII. La revolución mexicana tampoco tuvo como idea la democratización del Estado mexicano. La idea  de los campesinos “Tierra y Libertad”, tierra para sembrar  y vivir de ello y  libertad como condición necesaria para no  ser despojados de la misma fue hecha a un lado por la idea “Sufragio efectivo, no reelección”, es decir, legalidad efectiva en lo electoral mas no la implantación de régimen democrático, y la no reelección a la manera de Porfirio Díaz; un quítate tú para que me ponga yo. Francisco I. Madero no pensaba  en el poder del pueblo y para el pueblo sino en un gobierno sin Díaz, dejando el régimen intacto; pero esto sirvió para la revolución.

Pero, la revolución se institucionalizó, es decir, se burocratizó comandada por un partido totalitarismo que, siendo una parte representó el todo. Estrecho la revolución en el nombre Partido Revolucionario Institucional, pero eso es una contradicción. Un régimen busca su permanencia, la parálisis, el cambio lento y simulado de libertad, legalidad  y democracia. Más de setenta años duró esta cojera tiránica.  

Sin embrago, hasta ahora, las cosas nunca han estado perdidas del todo. El mundo siempre es posibilidad, el sentido y dirección son responsabilidad de los seres humanos. El viejo y corrupto régimen priista se niega a morir y tal era lo que se esperaba. La democracia no se puede hacer sin demócratas y ya ve Usted, la derecha siempre dogmática y conservadora, la llamada izquierda compite con la derecha y el priismo con la privatización de lo público. Los tres grandes partidos son corruptos y sus miembros declarados enemigos de la democracia. Todos ellos prestos para hacer negocio con lo público y en espera taimada de sacar el máximo jugo a los viejos ritos y mitos de lo que fue la revolución: una revolución mutilada, frenada, abortada y envuelta para regalo para unos cuantos. Ellos han tomado su camino, Usted el suyo y  el suscrito el de la democracia y en eso coincidimos.  

No se puede ser libre sin consciencia plena, no se puede ser demócrata sin una revisión de los rubros fundamentales de lo que ello significa y debe observarse en la realidad. Creer que ir a la plaza vestido con símbolos y a gritar vivas en un rito absurdo, hace a un pueblo libre y demócrata es, el peor obstáculo hacia la democracia. ¿Qué se festeja si todo esta privatizado?, y con estas privatizaciones se ha negado de facto un proyecto de nación propio. Todo lo que provenga del oficialismo es falso. Juárez, no significa más que un lema gastado para el gobierno que a sabiendas de la utilidad para sus propósitos ocultos al pueblo lo gritaran con todas sus fuerzas pero sin ningún sentido. Leona vicario, los llamados héroes que nos dieron patria son el cebo con el que se viste el régimen de nacionalismo un nacionalismo que es negado y re-negado en los hechos.

No se puede esperar ninguna cosa buena del régimen actual y deberá ser la nación mexicana la que impulse el cambio. Por buena fortuna el mundo  ha cambiado y  México y los mexicanos también. Del régimen priista cerrado de antaño estamos en un régimen priista (junto con los panistas y perredistas, parte de lo mismo), abierto, en donde los medios de comunicación tradicionales han sido rebasados por todos lados.

El régimen actual junto con sus comparsas y los medios de comunicación pueden seguir  manipulando la realidad, las noticias y a la gente. Pueden seguir maquillando e inventando la realidad hasta tener ellos mismos la percepción (el conocimiento más bajo), de mudos  maravillosos. Una buena parte del pueblo no cree en semejantes verdades virtuales, ilusorias, falsas y terriblemente nocivas. La realidad los refuta de  manera inapelable.

Por nuestra parte tenemos la ciencia del Derecho, la Filosofía, el arte, las profundas raíces de la democracia y el conocimiento profundo de la realidad. Hoy podemos medir nuestra república con relación a Islandia, Noruega, suiza y otros Estados en donde se ha implantado la democracia. Así que, aunque este régimen construya castillos en el aire y con sus artes demagógicas y de  vil engaño trate de  mostrar un mundo feliz, nosotros sabemos que la verdad está en  otras latitudes y que debemos navegar por otros mares. Los parámetros para  medir la democracia están en los rasgos distintivos de la definición de la democracia misma y ya no escuchamos la vieja y cansada demagogia interna sino a la razón y los parámetros externos para denominar a este  gobierno.

Su lucha no es, inútil. Animo. Por mi parte, debo mencionar que no me inspira ninguna confianza, ni ningún nacionalismo la perorata oficial. Doy por sentado que este régimen debe cambiar. Hoy como ayer: “Muera el mal gobierno y el régimen actual para dar paso a la democracia”.

     Heroica Puebla de Zaragoza, catorce de septiembre de dos mil catorce.


F r a t e r n a l m e n te.




Víctor Hugo Míaz Serrano

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