domingo, 7 de septiembre de 2014

PRIISMO VIGENTE



La nación mexicana y subrayo esto la nación; tiene ante sí, el reto de cambiar el sistema político para tratar de imponer la democracia plena (estamos en una democracia incipiente), para lograr el bienestar social, la seguridad pública, la salud pública, la educación pública y todos los rubros que son indispensables para el buen desarrollo del pueblo. Sin embargo, estamos entre dos aguas, a la orilla de la tiranía y a la orilla de la democracia sin poder decidir tomar el camino a la democracia.

Las elecciones de este domingo, del Partido de la Revolución Democrática son muy significativas para saber indiciariamente el estado actual de la democracia y los resultados no son muy prometedores. Hubo compra de votos, regalo de despensas, de útiles escolares, regalo de bultos de cementos y todas las prácticas ya conocidas y que se le atribuyen a los priistas. Total que fue la edición reciente del mismo desaseo electoral en que se ha visto envuelto el PRD.  

El PRD nació como una opción democrática y democratizadora y sin duda, logró, en mucho, que el Estado mexicano diera visos de democracia. Con todo, se ha agotado la fuerza renovadora y democrática de este partido político. Todo lo que queda es el nombre, los principios formales siguen ahí pero son letra muerta. En la realidad los líderes perredistas actuales son de corte Neoliberal, aunque simulen ser de izquierda. Todo lo logrado por Enrique Peña Nieto, tiene el sello indeleble del perredismo cupular (los militantes solo son la masa que los legitima, base del discurso y del poder).

Es de dominio público que la derecha enarbola la vadera del Neoliberalismo. El Partido acción Nacional desde hace mucho tiempo pretendió la privatización de los servicios públicos. En este contexto los perredistas son tan Neoliberales como los panistas. Miguel Barbosa no tiene empacho en declararse “pactista” con el gobierno federal; Jesús Ortega, públicamente reniega de la ideología de izquierda y Jesús Zambrano firmó el Pacto por México. A estas actitudes no se les puede nombrar de otra manera que no sea Neoliberal de corte de derecha.

Ahora bien, estas elecciones perredistas tienen todo el modelo priista. No es posible cambiar el sistema político actual si se adoptan los métodos priistas que tanto han hecho y siguen haciendo daño. El priismo está vigente en el pensamiento y en la práctica pero ahora en terreno perredista; la ideología de izquierda ha sido reemplazada por la ideología priista y llevada a la realidad.

El PRD ya no tienen identidad con la ideología de izquierda, dado que ha adoptado el Neoliberalismo panista y ya no responde a los ideales de la democracia, en virtud de haber aceptado la ideología y practicas priistas en la consecución o mantenimiento del poder político.

 El saneamiento del PRD (si es, que esto es posible) pasa necesariamente por el cambio de líderes y vuelta los principios democráticos y de izquierda. Todo lo demás es, demagogia y palabrería hueca. 


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