La derecha encabezada por el panismo y apoyada por los
empresarios del mismo corte social y político, encabezan el setenta y cinco
aniversario de la fundación del Partido Acción Nacional, en medio de una ola de
corrupción sin precedente, con dos sexenios desastrosos, con comportamientos
francamente inaceptables y ridículos de Neo nazismo, con dos ex presidentes
inquietos por la ausencia del poder y los militantes que han probado el poder público
dispuestos a lanzarse a los despojos de
lo público, cebados como jaurías hambrientas de vivir del erario, al más viejo
estilo priista.
El lema de los panistas “UNA PATRIA PARA TODOS Y UN BALUARTE
DEL IDEAL, es una mentira, una simulación de escenografía política. Los
panistas, los perredistas y los priistas han empeñado y vendido los recursos
naturales, los minerales; la fauna, la flora, todas las ramas de la industria;
las playas y toda la producción y prestación
de servicios. No podemos escapar al momento en que vivimos y quizás, solo quizás,
no había otra otro camino porque como
sociedad civil nos desentendimos de la política y dejamos que los políticos y gobernantes
decidieran por nosotros, dejamos que las trasnacionales compraran las
voluntades de los órganos e
instituciones del Estado que ejercen la soberanía popular y pagamos caro esa
pasividad.
Un tenemos un sistema económico impuesto
y sin control alguno que sea efectivo para sancionar los excesos, delitos e
infracciones de gobernantes y políticos, estos se sienten libres para cometer
toda clase de trapacerías sin temer la Ley. Esto mismo pasa con las grandes
trasnacionales; no hay un marco legal ni
están los órganos lo suficientemente
fuertes para aplicar ley alguna contra
el poder económico individualizado en empresas rapaces que explotaran,
rapiñaran y envenenaran todo hasta que saquen el último centavo en su beneficio.
Los gobernantes y políticos hablan de la
patria y de la independencia y aun taimadamente la festejan y cínicamente nos
hablan de la patria común, de ideales, de solidaridad. Eso es una mentira. _Los
viejos valores e ideales han sido masacrados, ahogados en las aguas de la corrupción
sin control y en las aguas del rio Sonora y en cada derrame de tóxicos, en cada
acto ilícito y en cada aplicación de la Ley en que se vende la patria.
Se nos dice que las trasnacionales traerán inversión y trabajo;
es cierto, pero la inversión la traerán para sacar el doble o el triple de provecho
y el trabajo está tasado para que los mexicanos sigamos como manufactureros a
precio de rebaja permanente.
La independencia política iniciada en 1810
y conseguida en 1821 se terminó en un solo acto, la independencia del Estado laico del Estado teológico,
lograda con las Leyes de Reforma, está en peligro y la independencia económica está
perdida con las reformas estructurales actuales.
No crean a los gobernantes y políticos dicen,
mienten para que no vean la triste realidad mientras ellos se afianzan en el
poder político, económico y social. Ahora bien, ya no debemos festejar ni sostenernos
en los viejos valores y anacrónicos ideales patrióticos, que por lo demás, son
mitos, cuentos para niños pero, si
tenemos la imperiosa necesidad de rescatar
la patria, de crear nuevos ideales con base
en la razón y mostrar nuestra
fuerza creativa. Tenemos la ciencia al
alcance, la filosofía, el Derecho, el arte y todo lo necesario para ello. Hemos
pasado de un sistema político cerrado a una sociedad abierta a la globalización de las ideas y el cambio con
sentido con independencia y
justo con la posibilidad de ser, con base en una elección libre.
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